Agents of fortune fue el sexto y más exitoso disco de los americanos, y al día de hoy sigue sonando sorprendente por la libertad con la que usa ideas que provienen de distintos "palos" y las suma a la bizarra fórmula musical del grupo. Para no demorarnos más, vayamos a los temas.
Ya desde el comienzo, aparece el pastiche. "This ain´t the summer of love" arranca con un riff que parece sacado de Black Sabbath, suma buenas voces en la misma veta, para enseguida llegar a un estribillo...¿Glam? con coros bizarros y todo. "True confessions" (acá le afanaron los Razorlight en algún disco) suena a Costa Oeste, y por consiguiente, a sol y autos descapotables.
Como tercer tema llega el mayor éxito en toda la carrera de los Blue Öyster, "(Don´t fear) the reaper", un tema que arranca genial con arpegios y clara cita a The Byrds y el folk rock en las voces. Acá los que afanaron me parece que fueron los Meat Puppets de "Too high to die". El tema está buenísimo porque para, retoma el arpegio incial y luego cambia de forma, sorprendiendo. A esta altura comenzamos a darnos cuenta (¡oh, melómanos posmodernos cargados de cinismo y prejuicios!) que detrás de la mescolanza bizarra de los BÖC había (además de desparpajo) un cierto talento para ensamblar melodías y voces y más generalmente, para armar buenos temas.
Para sumar bizarreadas llega "E.T.I (Extra Terrestrial Intelligence)", con sus coros...¿como describirlos? Bueno, lo dejo para alguien con más talento literario. El riff principal es muy bueno y el tema carga sin saturarse. ¡Hasta tiene efectos de sonido de platos voladores! El lado A cierra con "The revenge of Vera Gemini", con la participación de Patti Smith en unos muy buenos coros y co-composición. Es cierto, la inclusión de Patti no se entiende muy bien, sobre todo teniendo en cuenta la atmósfera tan poco punk del álbum, pero bueno. El título hace referencia a un personaje mítico de historieta, hija del Bien y del Demonio.
Es tiempo de parar un poco el motor y para eso llega el climax de la intro de "Morning final" (único tema del bajista Joe Buchard, hermano de Albert, el baterista). Pero pronto la cosa cobra vigor funk y el disco vuelve a levantar un ritmo que en realidad, nunca perdió.
Para el final, "Tenderloin" se toma la libertad (otra más y van...) de mezclar approach de un pop de FM con más giros metaleros. Incomprensible y encantador. "Debbie Denise", el track final, es una balada prístina de amor en el mundo del rock, como sacada de unos Kiss pasados por ácidos.