Con estas palabras, lynchnet.com intenta definir el espíritu de este extraño disco que David Lynch editó junto a John Neff en 2001.
63 minutos de pasajes atmosféricos/ electrificados que- previsiblemente- nos remiten al imaginario noctámbulo, alucinado y pesadillesco del mejor cine lyncheano. Como si estuviéramos viendo outtakes y cintas descartadas de Twin Peaks o Lost Highway con música de fondo.
Director de innegable sensibilidad musical (no se puede pensar su cine, directamente, sin la música de su alma gemela Angelo Badalamenti) aquí es el propio David el que se divierte experimentando en el estudio. Con máquinas, algunas voces simiescas y guitarras densas. Y poco más.Denso, arrastrado con esas guitarras gordas y pesadas, Blue Bob exige muy poco y mucho a la vez: que suspendamos la ansiedad como oyentes. Que dejemos la música correr, apenas como fondo climático para que todo -al igual que en el cine de David Lynch- se enrarezca.
BonusDos tracks del disco ("Mountains falling" y "Go get some") aparecen en el film "Mullholland drive".