"Gold afternoon fix", su segundo disco para Arista editado en 1990, sigue siendo de lo mejor de una carrera bastante pareja. Sin momentos descollantes, es cierto, pero siempre rendidora. Producido nuevamente por el legendario Waddy Wachtel (Jackson Browne, Keith Richards, Warren Zevon) a "Gold afternoon fix" le tocó la difícil misión de suceder al único "hit" (muy entre comillas) en la carrera de los Church: el álbum "Starfish" (1988) y su single "Under the milky way".
Lejos de marearse con el éxito, los australianos comandados por Martin Wilson-Piper y Steve Kilbey grabaron un álbum doble expansivo, con todas las virtudes que siempre los caracterizaron: climas envolventes (por momentos levemente cósmicos) canciones casi siempre susurradas, instrumentadas con poco y con lo justo, como lección del mejor post punk. Desde siempre, allí radicó el encanto austero y a la vez misterioso de The Church.
Sin embargo, y a pesar de la esmerada difusión por parte de Arista, el disco no funcionó lo suficientemente bien en las ventas. Eso no quita, por supuesto, que en lo musical abunden los buenos pasajes entre estas trece canciones (la edición en CD agrega dos temas más al lp doble original). "City" es pura dulzura y arrullo acompañado de una batería percusiva y "Monday morning" es uno de esos valses otoñales marca registrada del cuarteto. "Russian autumn heart" y "Transient" (dos de los pocos up tempos) suenan envolventes. La perfecta compañía para escuchar en casa, una de estas tarde de frío polar en Buenos Aires.
Pacientes, casi al borde la pachorra, los Church exigen poco: simplemente escuchar sin apuros. "Fading away" y sobre todo esa perla absolutamente atemporal que es "Metropolis" logran precisamente eso: que nos quedemos siempre un rato más al lado de los parlantes, escuchando, mecidos por la música.
The Church- 1990Martin Wilson-Piper (guitar)- Steve Kilbey (bass, vocals)- Peter Koppes (guitar)- Richard Ploog (drums).