Hace dos años más o menos que en Ultravivido le damos vueltas a este disco recopilatorio de la obra de Arthur Russell (o al menos, parte de ella). Y la misma cantidad de tiempo intentando escribir algo sobre él, sin éxito.
¿Quién fue realmente Arthur Russell? Cellista, compositor folk, hacedor y productor de disco hits menores, artista experimental del under newyorkino de los 80´s, socio fundador del sello Sleeping Bag, pionero en el hip-hop/dance...En todas esas burbujas flota su espectro, sin que lo podamos redondear del todo.
La edición y restauración digital del álbum llevó tres años (al parecer Arthur tenía cientos de grabaciones caseras con sus temas) y estuvo a cargo de Chris Taylor, de Grizzly Bear. En su mayoría se trata de temas que permanecían inéditos.
¿Y qué decir de estas 21 canciones? Que ya desde el comienzo hechizan por su simplicidad y su flotación. Por la sencillez de su factura y ejecución. Y su frescura armónica y melódica.
Canciones -muchas veces con sabor "a medio cocinar", apenas bosquejos- que poco a poco se cuelan en nuestra vida de todos los días. Para sanarnos.
Al comienzo están los tracks más folkies ("Close my eyes", "Maybe she", la bella "Oh Fernanda why") con Russell en voz y guitarra, en plan Cat Stevens. Luego el disco pasa por algunos mid tempos caseros, con mínima instrumentación de batería y pianos. Allí flota esa gema que es "I Couldn't Say It To Your Face": frágil, dubitativa, y por eso más bella aún. En la misma veta delicada, "This Time Dad You'Re Wrong" cambia de ritmo y suena improvisada, como armada sobre la marcha.
En la segunda mitad del álbum, Russell nos enseña pequeñas lecciones sobre el arte de hacer canciones pop simples y duraderas. "Habit of you", "Janine", "Your motion says", "Planted a thought" incorporan soniditos, arreglos y construyen pequeñas maravillas para mañanas radiantes. ¿Hace cuánto que la música pop no sonaba tan diáfana, tan cristalina y apuntando al corazón?
"Love comes back" es el último ejercicio sanador, la última caricia en forma de canción.
* En 1986 editó "World of echo", un álbum que mezclaba música electrónica, efectos y cellos.
* Prácticamente desconocida en vida, su música comenzó a hacerse conocida con las recopilaciones póstumas.
* Arthur murió de AIDS en New York, en 1992. Tenía 40 años.