El proceso de grabación de este primer álbum de Soft Cell también tuvo algo de salvaje. Cuenta la leyenda que Marc Almond y David Ball se las arreglaron con el instrumental que tenían a mano: un grabador Revox, un synclavier NED perteneciente al productor Mike Thorne y una Roland drum machine, también prestada. Lo que se dice, un modo punk de abordar y ejectuar la música.
Teniendo en cuenta esto, no es de extrañar que Non- stop erotic cabaret siga sonando- a 29 años de su aparición- urgente, vital, inquieto e irreverente. Uno de esos discos que crea sus propias reglas, sin traumas ni limitaciones.
Sin respiro (todo el flow del disco está armado a partir del pegado de una canción atrás de la otra) llega el tema por el que el mundo entero conocería a los Soft Cell: el cover de "Tainted love", original de Gloria Jones que aquí no es sino otra pieza dentro de un engranaje complejo de canciones maravillosas. "Seedy films" baja el tempo para describir a los adoradores de pantallas prohibidas y el clima synth pop ominoso de "Youth" funciona como mantra para olvidar el pasado y constuir una nueva personalidad.
El disco vuelve a subir con "Sex Dwarf", una canción que hace ¡29 años! levantó polvareda en Inglaterra con su letra sobre sadomasoquismo (ruiditos de látigos incluidos). Ustedes, pequeños transgresores de pacotilla ¡no inventaron nada!
La despedida no podía ser mejor ni más hermosa, después de esta noche bizarra en compañía de los Soft Cell.