A la escasa repercusión comercial de #1 Record se le sumaron las disputas cada vez más frecuentes entre Bell y Alex Chilton, cuya personalidad dominante ya resultaba demasiado para la frágil personalidad de Chris. Ambos, además, querían cosas diferentes para el grupo: Bell, volcarse más al estudio, Chilton, al vivo. A fin de año, uno del par dijo basta. Reducido ahora a trío el grupo estuvo a punto de separarse, pero un show local con buenas críticas decidieron a Chilton a seguir junto a Andy Hummel y Jody Stephens. En el invierno de 1973 entraron nuevamente a los Ardent Studios para grabar el sucesor de "#1 record".
Las discusiones serán eternas, pero lo cierto es que aquí tenemos otra colección de brillante Power Pop: vital, urgente, aunque menos descollante, tal vez, a nivel compositivo. Las canciones son menos (¿se las había llevado consigo Chris Bell acaso?) aunque las dinámicas y progresiones se refinan -por momentos- con respecto al debut.
"Oh my soul" no aporta demasiado al canon del grupo y el comienzo del álbum se entretiene abusando de los arreglos. Recién en "Way out west" comienzan a brillar las armonías y en "What´s going ahn" hacen su entrada esos ribetes agridulces marca registrada de la casa.
Hay ejercicios de maestría pop en "You get what you deserve" y el set se empieza a desperezar con la electrificación excitante de "Mod lang" y "She´s a mover": el perfil más "raw" de los Big Star. "Back of a car" (y sobre todo la bellísima "September gurls") recuperan la frescura inicial y "Daisy glaze" -con su cambio repentino de ritmos, sus arreglos inspirados- resume el ADN de la banda.
Bonus
* Chris Bell participó en las primeras sesiones del álbum y colaboró con letra y música en dos canciones ("Oh my soul" y "Back of a car") pero no quiso participar en los créditos.