Diseña La Haya las nuevas fronteras marítimas de Colombia y Nicaragua

Para el gobierno colombiano, el fallo tiene “equivocaciones”.

Imagen: CIJ / Reproducción

La nueva geografía continental afecta
negativamente a Colombia

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) – uno de los principales organismos de las Naciones Unidas –, en Haya (Holanda), ha dibujado este lunes 19 de noviembre las nuevas fronteras marítimas de Colombia y Nicaragua (foto). Se mantuvo la soberanía de Bogotá sobre los cayos de Roncador, Quitasueño, Serrana, Serranilla, Bajo Nuevo, Este-Sureste y Albuquerque en el Mar de Caribe, por considerar que son partes del archipiélago de San Andrés. Sin embargo, ésta pierde gran parte de su frontera marítima para Managua, que gana algunos cientos de millas.
El fallo se debió a una demanda interpuesta en el Tribunal por la nación centroamericana el 6 de diciembre de 2001, que reclamaba la posesión de dichos cayos y las islas de San Andres, Providencia y Santa Catalina, además de que se delimitara una nueva zona limítrofe de mar y que no reconocía desde el 1980 el Tratado Esguerra-Barcenas, firmado entre los dos países en 1928. Para dicha Corte, el antiguo acuerdo continúa válido.
El 13 de diciembre de 2007, un fallo parcial del CIJ ya había reconocido el derecho colombiano sobre dichas islas. La cuestión de los cayos sólo fue resuelta el lunes (19). El gobierno colombiano dijo que tenía jurisdicción en las islas por unos 200 años y que ha hecho una defensa “impecable” ante los jueces.
“La Corte, al trazar la linea de delimitación marítima, cometió errores graves que debo resaltar, y que nos afectan negativamente”, lo dijo el presidente Juan Manuel Santos, pese a la victoria sobre la soberanía del archipiélago, quien informó que dormiría esta noche en San Andrés para discutir la posición de la Haya con las autoridades locales.
Con la decisión de la CIJ, las aguas de los cayos de Quitasueño y Serrana están separadas del resto del archipiélago, ya que están ubicadas en el mar concedido a Nicaragua.
La pérdida marítima podría perjudicar la supervivencia de los habitantes de San Andrés, que dependen de la actividad pesquera, cuya región es muy rica en recursos naturales y presuntamente de petroleo.
Durante todo el día el gobierno colombiano ha mantenido reuniones con sus asesores para evaluar el fallo y sus consecuencias, ya que la decisión de la Corte es irrevocable.