Diseñados para estropearse

Por Cooliflower

¿Cuanto puede durar una bombilla? Cuatro meses, un año… o ciento diez. La bombilla operativa más antigua del mundo lleva encendida en California desde 1901. Sigue funcionando porque no fue programada para ser defectuosa.

En 1924 todos los fabricantes firmaron un pacto para limitar la vida de las bombillas a 1000 horas. ¿El motivo? Ganar más dinero diseñando artículos con fecha de extremaunción. El interesante documental Comprar, tirar, comprar de RTVE, emitido el 9 de enero, explica con detalle la obsolescencia programada. Los cimientos de la sociedad de consumo se basan en renovar continuamente lo que nos rodea, desde un simple pantalón hasta el ordenador. El tiempo que marca la renovación está estudiado: si cualquier producto de consumo no se estropea lo hará la moda, esa costumbre cambiante inventada para forzar la muerte de productos perfectamente útiles.

El impacto medioambiental de la obsolescencia programada es enorme. En primer lugar, porque la capacidad de regeneración de la Tierra es finita y con la renovación continua agotamos los recursos. En segundo lugar, porque los desechos tecnológicos del primer mundo terminan creando grandes vertederos tóxicos en el tercer mundo: según datos de la UNESCO, en el 2008 se reemplazaron 180 millones de ordenadores. En España, desde 2006, hay más teléfonos móviles que habitantes.

Para combatir la obsolescencia programada, recuerda:

Alargar la vida útil de los productos beneficia los recursos del planeta pero también ayuda al cerebro; reduce la fiebre consumista de insatisfacción constante. Sé verdaderamente consciente de lo que necesitas: cambiar de vestuario, teléfono móvil o MP3 cada poco tiempo no sólo supone un alto coste para tu economía, también es un gran perjuicio para el planeta. En el Congo, país que poseé el 80% de las minas de coltán (necesario para fabricar baterías de última generación), la lucha por su distribución ha asesinado a millones de personas. Si de verdad quieres llevar una vida sostenible, no cometas la incongruencia de hablar de ecología y contribuir abiertamente a la cadena de obsolescencia programada. Reciclar es bueno, no tener que reciclar, mejor.

Comprar, tirar, comprar