Diseñando el futuro

Publicado el 17 noviembre 2014 por Orlando Orlando Olguín Olvera @OrlandoOlguinO

Un recuerdo

Como ya he comentado en el post Homenaje a mi mamá (La Osa), mi mamá al ser del norte de México, era muy brava, muy fuerte, un tanto enojona. Por mi parte, siempre he sido muy hiperactivo, siempre estoy haciendo una y mil cosas; mi comportamiento se acentuaba de manera particular en mi infancia.

Así, recuerdo muy claramente cuando estando en sexto de primaria a los once años de edad por ahí de 1985, en uno de mis tantos momentos de estar todo inquieto, mi maestra me arrojó y golpeó con un borrador. Lo primero que pensé, fue:

- Saliendo le diré a mi mamá -

Cuán equivocado estaba...

...y es que saliendo, realmente lo hice, acusé a mi maestra con mi mamá. Ella me preguntó:

- ¿En serio te aventó el borrador?, vamos a hablar con ella -

Y ahí vamos, yo detrás de ella prácticamente saboreando el momento en que le haría ver su error a la maestra. Llegamos a donde estaba ella y le dijo mi mamá:

- Maestra, quiero decirle que sé que Orlando es un niño muy travieso y la quiero felicitar por lo que hizo, porque él debe aprender que en la escuela se debe comportar, por favor, infórmeme si esto se vuelve a repetir, llegando a la casa "hablaré" con él -

Y llegando a la casa, el "hablar" conmigo, implicó que me iba a dar mi tunda por andar de travieso en la escuela en vez de poner atención. Nunca lo volví a hacer, o no al menos con mi maestra.

Entonces hace casi treinta años, todavía existía en México ese viejo mito en el cual, el maestro tenía todo el poder sobre sus alumnos, y pobre de aquel que como yo, se intentara salir del huacal. También en ese tiempo, los papás eran creo que más duros y rígidos con su educación que los padres de hoy.

Los adultos que hoy tenemos treinta años o más, nos tocó ese tipo de educación, y pienso que eso ocurre más en gente que estudió en algún pueblo o ciudad pequeña, porque ahí se obedecía al maestro y se le veneraba todavía más.

¿Qué está pasando?

Al día de hoy como ya comento, las cosas se han revertido por algunas razones interesantes:

  1. Por ahí de la década de los 80s, la mujer que ya gozaba de mayor igualdad con los hombres quiso salir a trabajar y ganar su propio dinero, lo cual, es justo ya que todos somos iguales no importando el género,
  2. sin embargo, al salir a trabajar el papá y la mamá, ¿quiénes se quedaban a cargo de la educación de los hijos?, los abuelos, algún pariente, algún amigo(a) y en casos extremos, la televisión; los primeros aunque quieran a nietos y sobrinos, comúnmente no tienen la fuerza o el ímpetu para corregir el mal comportamiento de los niños y en el caso de la segunda, ¿qué educación puede aportar?,
  3. por otro lado, cómo más personas buscan trabajo, por el incremento del sexo femenino, también subió la demanda, disminuyendo así la oferta, es decir, los sueldos (ley de oferta y demanda),
  4. generando un efecto en el que después de esa década, sea ahora casi una obligación que ambos padres salgan a trabajar, porque si sólo uno trabaja, ¡no alcanza!,
  5. conllevando ahora, un sentimiento de culpa de los padres por no estar todo el tiempo con los hijos, dándoles a estos, regalos frecuentes y caros haciendo una mezcla interesante de temas sicológicos en los niños y jóvenes, dándoles a entender que pueden obtener casi lo que quieran con sólo pedir y pueden hacer lo que quieran, al cabo que sus papás no los corrigen,
  6. de manera adicional, también esos padres, no quieren que sus hijos sufran y cuando un maestro osa regañar a su querubín, estos amenazan o llegan a demandar mínimo al maestro y máximo hasta la escuela misma, dejando a los maestros sin armas y para rematar, enviando a los niños incluso a tratamientos sicológicos por el mal que le haya causado el maestro por regañarlo y
  7. finalmente y complementando de manera fea la cosa, en México a estas fechas, los maestros no deben reprobar a niños y jóvenes de la educación primaria, secundaria y hasta preparatoria, es decir, el niño-joven puede hacer lo que quiera en cuanto a tareas y estudiar, de cualquier forma pasará de año. ¡Genial!, ¿no?

¿Qué pasa con toda esta mezcla de cosas?, ¿qué clase de adultos serán esos niños que obtienen todo lo que quieren con sólo extender la mano, que se creen merecedores de aprobar, que saben que pueden hacer con los maestros (la autoridad) lo que quieran?

Al menos por parte del Sistema (gobierno más entes que giran alrededor esperando beneficios y poder), le conviene tener borregos a quienes manipular y seguir así fácilmente en el poder. Esto lo están logrando con un pueblo que se deja llevar por cosas tan banales como el futbol (hombres) o las telenovelas (mujeres) de manera general, con la medida de no-reprobar, entre otras cosas más.

Pensando un poco más las cosas, tal vez, este tipo de situaciones esté contribuyendo al incremento del famoso y citado bullying, ¿no les parece? Y esto es sólo la punta del iceberg.

Otra forma en que se refleja esto, es en los trabajos; esos niños que fueron los primeros en los 90s en tener esta "falta de educación", ya están saliendo de sus carreras y entrando a trabajar.

Al ser responsable de varias personas y de contratar a jóvenes valores en mi trabajo, me he dado cuenta de varias situaciones que nunca debían pasar cuando yo tuve su edad:

  • Renuncian sin dar un tiempo adecuado para entregar su trabajo y cerrar bien los círculos,
  • son cobardes, prefieren huir a un problema antes que hacerse responsables y solucionarlo,
  • no hacen caso de órdenes a pesar que se les indican para su beneficio,
  • si van como consultores a un cliente, se dejan influenciar fácilmente por gente inadecuada,
  • al estar con un cliente, se deslumbran y quieren a fuerza quedarse trabajando en dicho cliente,
  • a la primera asignación de un trabajo importante, se sienten impotentes y quieren renunciar,
  • arman chismes,
  • aunque se les explica en qué consistirá su trabajo tanto en horario, responsabilidades y lugar, renuncian al poco tiempo después de haberlo aceptado,
  • desafían y desconocen las estructuras del organigrama y
  • no piensan en cómo sus acciones tienen repercusiones hacia los demás y a veces, ellos mismos.

Afortunadamente este tipo de personas se han ido saliendo solitas de la empresa, mientras tanto, seguimos buscando construir un equipo fuerte y con gente que sí sea profesional.

De acuerdo a una plática que tuve con un par de maestros de universidad, a su modo de ver, los niños criados bajo este esquema pueden ser muy responsables y profesionales (los menos), porque a pesar de quedarse solos por las tardes, tomaron las riendas y responsabilidad y salieron adelante, algunos incluso saben cocinar. Sin embargo, un mayor porcentaje logró una maduración con diversas deficiencias, porque sus padres no se hicieron cargo de su educación.

Diseñando el futuro

Entonces, ¿cómo podemos diseñar el futuro?, definitivamente, se tiene qué tomar la responsabilidad de la educación de los hijos:

La educación se obtiene en casa, los conocimientos en la escuela.

Estos hijos deberán ser encausados en muchas materias que se me vienen a la mente:

  • Un adecuado control de sus emociones,
  • la asignación paulatina de responsabilidades conforme crezca,
  • una adecuada guía para impulsarlo a tomar decisiones adecuadas,
  • una buena educación de manera general,
  • impulsarlos en realizar sus deberes de la casa de la escuela,
  • enseñarles en general una buena educación.

No me crean a mi, será bueno el tomar lectura de algún buen libro sobre la correcta educación de los hijos, también se pueden tomar talleres de este tipo de temas. Lo importante, es tomar las riendas de la educación de ellos, ¡ahora!.

Por muy doloroso que sea, uno de los papás (cualquiera de los dos para que no me tachen de machista), tendrá qué quedarse en casa al menos por la tarde cuando los hijos no están en la escuela para realizar todas las tareas necesarias para tener éxito en eso tan importante que es la educación de sus hijos.

Así, se puede cambiar fácilmente el futuro e incidir en él. ¿Qué futuro se quiere?, ¿un lugar lleno de maleantes, de gente sin escrúpulos o un lugar con adultos responsables que tomen las riendas de su vida en lo específico y de su medio ambiente, política y hasta país en lo general?

Conclusiones

A la fecha, a mi mamá la recuerdo de una manera muy grata, estoy orgulloso de lo que logró ella, con nuestra familia, con la educación de sus hijos, con la tremenda fuerza de temperamento para lograr sacar adelante de manera general a sus hijos siendo ella padre y madre mucho tiempo por estar mi papá trabajando y estudiando al mismo tiempo durante varios años.

Aunque me acuerdo de anécdotas como las que conté, ahora que las veo en retrospectiva, me doy cuenta que mi mamá tuvo razón en castigarme cuando fue necesario, porque si no lo hubiera hecho, muy fácilmente pude haber tomado otro camino y debido a su empeño e incluso regaños, no pasó.

De esta forma, padres, no teman en corregir a sus hijos, creo que el viejo refrán "más vale una nalgada a tiempo que después estarse lamentando", debería tener validez todavía. Sus hijos no los odiarán por ser duros y hacer valer las reglas de casa.

No corran en auxilio de su hijo de manera inmediata apenas este cometa un error o se caiga, mejor impúlsenlo a volverse a levantar y volver a lo que estaban, piensen que por cada ocasión en que protegen a sus hijos para que "no les pase nada", le están quitando una oportunidad de aprendizaje, es decir, le estarán causando más daño que beneficio.

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