Y para terminar, llevar sólo una jornada disputada, donde los nervios del debut pueden haber cohíbido a más de un jugador del que esperábamos más o incluso puede haber hecho una proyección demasiado positiva de un futbolista que no dé continuidad a su buen hacer en el primer partido.
Seguramente influenciado porque lleve dos partidos, no me disgusta para nada Rusia. La esperaba más diluida en su segundo partido después de una victoria brillante en el primero. Encima su tridente de ataque se muestra activo y con ganas de jugar, lástima que no pudieran materializar una victoria que les habría colocado casi seguro en la siguiente fase, dar descansos (ha presentado el mismo once en los dos partidos) aunque por la naturaleza de estos jugadores, podríamos pensar que hasta les vendrá bien no ver cortado este ritmo.
Y sí, sé que puede ser curioso hablar de lo difícil que es encontrar una tapada en una competición que Dinamarca y Grecia ganaron ‘de aquella manera’ pero esos son, sin lugar a dudas, los capítulos que dotan de grandeza a este juego.