Con unas espectaculares vistas y un diseño abierto que permite la fusión del interior con el exterior, la casa de Kelly Klein, ex de Calvin Klein, es para quitar el hipo. Lineas rectas y depuradas, un concepto abierto que dinamiza todo el espacio, y una apuesta por la sencillez y el minimalismo, son las notas más destacadas en una casa que, ante todo, se decoró con un toque que refleja un equilibrio perfecto entre la decoración más natural y el diseño más innovador. La perfección existe, o casi.
Vía: Fashion is killing me