El uso de los Smartphones cada vez está más extendido entre los usuarios. Se estima que solo en España ya hay 26 millones de dispositivos en activo. A esto hay que sumarle la aparición de las tablets, dispositivos que poco a poco están desplazando a los ordenadores portátiles y de sobremesa.
Esto se traduce en que es cada vez mayor el número de personas que acceden a Internet a través de sus dispositivos móviles.
Estrategia para el entorno móvil
Los datos de acceso a la red a través de dispositivos móviles hacen que las empresas se enfrenten a una cuestión primordial. Buscando una plena adaptación al entorno móvil por parte de los usuarios, ¿qué opciones hay para adaptar una web empresarial a dicho entorno?
Por supuesto tenemos que conseguir que los usuarios puedan navegar e interactuar por la web con total comodidad y con todas las opciones que tendrían en una versión de pc. Y para ello hay dos opciones principales por las que optar: diseño responsive o una app para el móvil.
Aplicaciones para dispositivos
La desventaja de crear una app especializada para nuestra empresa es la descarga que necesita la propia app, algo que puede frenar a algunos usuarios, y las necesarias actualizaciones que habrá que preparar para que ésta se adapte a los diferentes sistemas operativos. El gasto de esta opción es mayor que en el que veremos ahora.
Diseño responsive
Como decimos es la opción más sencilla y por tanto la más económica, pero por el contrario la optimización de los contenidos no es del todo perfecta y el rendimiento se hace más lento. El problema de esta solución es que el contenido no está realizado a medida para los dispositivos móviles.