Diseño, siembra y plantación

Por Daniel Palomino @verdezonaesp
Diseño, siembra y plantación es el tercer taller formativo del proyecto del EcoHuerto y creo que no tengo que especificar mucho más que es lo que se va a ver en este post.
Al empezar el taller nos pusieron un vídeo para ver las diferencias entre productos ecológicos y productos transgénicos con un toque de humor, que nunca viene nada mal.

Sin duda para mí el mejor tomate es Mauricio pero tú ¿con cuál te quedas?
Después de este rato entretenido pasamos a la teoría sobre el diseño y la siembra.
Para esto tenemos que tener muy claro cómo queremos hacer nuestro cultivo y que es lo que queremos tener;
  • Una huerta de invierno, de verano o ambas.
  • Rotaciones anuales o por estaciones (invierno-verano)
  • Cuantas parcelas para rotar, se deben hacer múltiplos de 4 para facilitar la rotación.
  • Hortalizas que vamos a sembrar, tipos, familias, exigencias…

¿Qué hacemos con toda esta información?
Asociaciones y rotaciones.
La rotación de cultivos consiste en alternar plantas de diferentes familias y con necesidades nutritivas diferentes en un mismo lugar durante distintos ciclos, evitando que el suelo se agote y que las enfermedades que afectan a un tipo de plantas se perpetúen en un tiempo determinado.

La asociación de cultivos consiste en la plantación conjunta de distintos cultivos con la intención de que se ayuden entre sí en la captación de nutrientes, el control de plagas, la polinización así como otros factores que mejoren la productividad agrícola.

Las rotaciones se pueden hacer por:
  • Tipo de raíz, ayuda a evitar la fatiga del suelo, conserva y mejora la fertilidad del suelo.

Las raíces de la lechuga por ejemplo, explotan los recursos de las capas superficiales del suelo, y los tomates cuyas raíces son más profundas, explotan los recursos de las capas más profundas.
Si siempre sembramos lechugas, los recursos de la superficie se agotarán y nos quedaremos sin nada.
  • Tipo de nutrientes; esto depende de lo que se consume de la planta.

Si seguimos con el caso anterior, de la lechuga se comen las hojas y para eso necesita nitrógeno.
Del tomate se come el fruto y se necesita fósforo.
  • Por exigencias de nutrientes; las plantas necesitan para desarrollarse bien una cantidad grande de humus y estiércol, aunque cada planta tiene sus exigencias propias.

Hay plantas muy exigentes, exigentes, poco exigentes y después hay plantas mejorantes que debemos de cultivar para que nos ayuden a mejorar el suelo puesto que ya se encargan ellas de fijar nitrógeno.
Dependiendo de las exigencias nosotros como agricultores tendremos que añadirle más o menos la cantidad de abono deseada por la planta.
Si nos vamos a las asociaciones se puede decir que estas no se deben hacer de forma aleatoria porque puede perjudicar la salud del huerto.
Las asociaciones más usuales son:
El maíz y la judía de enrame. El maíz necesita nitrógeno y la judía al ser leguminosa lo fija al suelo. Tienen un uso efectivo de compartir recursos, además el maíz ayuda a la judía dándole soporte.
Por otro lado, podemos sembrar calabazas entre medias ya que son de arrastre.
Cebollas y zanahorias.  La cebolla desprende ese olor característico y repele el ataque de la mosca de la zanahoria, por lo que ya estamos contraatacando a futuras plagas sin usar nada químico y sin matar a ningún insecto, sencillamente no se acercan.
Para esto lo mejor es plantar las una hilera de cebollas y una de zanahorias, intercalando cada planta.
Patatas y berenjenas. Si queremos sembrar patatas podríamos sembrar algunas berenjenas (no para consumo) para convertirlas en plantas trampa, es decir, a la patata le afecta unos escarabajos pero prefieren berenjenas en su dieta, de esta forma se irán a las berenjenas y dejarán las patatas, controlando así la población del escarabajo.
Después hay ciertas plantas que son fundamentales en un huerto sano como las especies aromáticas, se pueden plantar en los alrededores o crear un isla en el centro (teniendo cuidado porque algunas tienen raíces profundas), esto nos ayudará a aumentar la fecundación de nuestras plantas puesto que atraen por su olor o sus flores a polinizadores (y si me has leído en alguna ocasión sabrás que estos insectos son la alegría de la huerta), también previenen de determinadas plagas (la albahaca sirve contra los pulgones o los tajetes controlan las visitas de los nematodos que se alimentan de las raíces).
Por último, para acabar la clase y volver a repasar las rotaciones y para pensar en el diseño del huerto realizamos un juego en el que cada uno era una planta (cebollas, lechugas, berenjenas, tomates, tajetes, romero…) y nos teníamos que colocar en la parcela que creíamos conveniente por exigencias de nutrientes y rotar al año siguiente, de esta forma sabríamos si nos colocamos bien y si nos llevamos bien con las otras plantas.
 
PD: ese día fui berenjena.
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