En muchos de ellos había degustación de turrones, pero el mejor, con diferencia, era el de Vicens donde tenían a un señor que cortaba turrón de yema quemada sin parar. ¡Delicioso!
Artesana preparando Neules caseras
Turrones para todos los gustos, los había hasta ecológicos
Un artesano quemando turrón de yema en el puesto de Vicens
Degustando unos turrones en Vicens a golpe de porró
Compramos unos tíquets para asistir a una de las demostraciones de pastelería de la tarde, concretamente a la de Jordi Pons de Pastisseria Pons. Poco después de empezar la sesión, Jordi preguntó a quien de los asistentes le gustaba trabajar el chocolate y ahí me tenéis, levantando la mano como una posesa, cuando me dice: “vine cap aquí”. Sorriente me levanto y me dirijo a la cocina, dispuesta a ayudar a preparar el postre que poco después todos tendríamos el placer de degustar.
Jordi Pons durante la sesión Salió otra chica más, nos enseño a mezclar la crema, a utilizar la manga pastelera y algunos truquitos para decorar los postres con chocolate.
Atendiendo a las explicaciones del maestro pastelero
Demostrando mi valentía con el uso de la manga pastelera
¡Me lo pasé genial!
¡El resultado!
Para rematar la sesión, nos obsequiaron a las dos con un panetone de Pons que he de decir que está super bueno, tierno, lleno de pepitas de chocolate que se deshacen al contacto con la boca, cubierto por un ligero glaseado de azúcar, una maravilla de la pastelería con el que desayunamos ayer.
¡Hasta la próxima!