Por Vincenzo Basile
El pasado día 23 de octubre, en la ciudad de Miami, se realizó el foro titulado Impacto de la inversión extranjera en los Derechos Humanos en Cuba que vio la participación de varios líderes de la llamada disidencia cubana, como Berta Soler (Damas de Blanco), Antonio Rodiles (Estado de Sats) y Jorge Luis García Pérez “Antúnez” (Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo), según informó el diario norteamericano El Nuevo Herald.
Como reporta el citado medio de prensa, los panelistas aclararon, directa o indirectamente, que el objetivo final de dicho encuentro era prácticamente abogar para la vieja política del estrangulamiento económico y el aislamiento diplomático, siendo todos vehementes críticos u opositores del proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Berta Soler, sin duda alguna la más agresiva de los participantes, declaró que “los empresarios deben saber que ellos van a invertir, pero no van a mandar en sus negocios, (…) que esas inversiones (…) le servirán al régimen para mantenerse en el poder, (…) que no se dejen engañar, muchos gobiernos y empresarios han sido víctimas de las patrañas del gobierno cubano que se aprovecha del capital extranjero y luego se queda con todo”.
Mientras el mundo se abre a Cuba, decenas de personalidades de todas las latitudes viajan a la Isla y muchas empresas manifiestan su creciente interés de invertir en la nación caribeña; semejante foro queda suspendido en el vacío histórico, y sus protagonistas como fantasmas del pasado que no tienen idea – o no quieren tenerla – de la época que viven.
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