"Dispara, yo ya estoy muerto" de Julia Navarro

Publicado el 12 septiembre 2013 por Librosquevoyleyendo @librosqvleyendo

Sinopsis

Dispara, yo ya estoy muerto, de Julia Navarro, autora de otras novelas de éxito de la narrativa española como La sangre de los inocentes o Dime quién soy, es la apasionante historia de dos familias que persiguen sus sueños y luchan por sobreponerse a su propio destino. Una intensa y emocionada crónica de una saga familiar que ahonda en el vértigo de la condición humana al tiempo que propone una conmovedora reivindicación de que por encima de las patrias están las personas. Julia Navarro propone una ambiciosa novela de personajes, donde sus vidas se entrelazan con momentos clave de la historia. Varsovia, San Petersburgo, Jerusalén, París... son algunos de los escenarios de esta novela que, desde su enigmático título hasta su sorprendente final, esconde más de un misterio, mucha aventura y emociones a flor de piel.
Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse uno mismo es muriendo o matando. Marian Miller, cooperante de una ONG, debe realizar un informe sobre los asentamientos ilegales de los judíos en territorio palestino. Para ello pretende recoger las versiones de ambos lados, una decisión que la llevará a citarse en Jerusalén con Ezequiel Zucker, un anciano que tiene, como tantas personas, muchas cosas que contar e, incluso, algún secreto que ocultar... Así, como si se tratara de un enorme puzzle en el que encajar muchas y complejas piezas, el viejo Ezequiel le irá relatando la historia de su familia, mientras ella le ofrecerá la versión árabe.
Datos Técnicos
Editorial: Plaza & Janes
Número de páginas: 912 Encuadernación: Tapa dura / Epub ISBN: 9788401354694 Año de edición: 29/8/13 Precio: 21,75€ / 11,4€
Sobre el autor: Julia Navarro
Impresiones
Julia Navarro es sin duda, una de las grandes escritoras de nuestro país. Con sus novelas ha conquistado a muchos lectores, hasta el punto de que son muchos los que esperan con ansia cada una de sus nuevas publicaciones. "Dispara, yo ya estoy muerto" es su última novela, una obra en la que ofrece un friso histórico desde finales del siglo XIX hasta 1948, viajando desde la Rusia zarista hasta Jerusalén, pasando por París, Londres, Toledo, Madrid y los campos de concentración nazis.
Gran parte del peso de la trama recae sobre Samuel Zucker, un joven judío (al que le hubiera gustado no serlo) que abandona Rusia tras perder a toda su familia, poniendo destino a Palestina, previa parada en París. Al llegar a Tierra Santa compra las tierras de los Ziad, una familia árabe encabezada por Ahmed. Entre éste y Samuel se creará un fuerte vínculo, una amistad que perdurará, por encima de las diferencias religiosas y políticas, generación tras generación, superando a duras penas todo tipo de adversidades y tragedias a lo largo de las décadas, que no dejan de ser muchas.
Sin duda, en la novela destacan los aspectos históricos que dan marco a los retratos de ambas familias. Una época por todos conocidas, pero no con tanta profundidad, siendo un conflicto que por desgracia dura hasta nuestros días. No es nada sencillo abocetar todo el fondo histórico de personajes reales que marcaron los tiempos de la historia de Israel y los países árabes aledaños, y más si a eso añadimos los decenas de protagonistas que forman parte de esta historia. Sin embargo, la autora se las ingenia para que ningún lector se pierda en el entresijo de personajes, ni sienta la necesidad de retroceder capítulos atrás para recordar quién era quién en la trama.
"—¿En qué somos diferentes? —le preguntó Samuel una noche a su padre mientras descansaban el uno junto al otro en una estrecha cama de un mísero hostal en Alemania.
—¿Es que crees que somos diferentes? —respondió el bueno de Isaac.
—Yo me veo igual a todo el mundo, pero sé que los demás no nos ven como ellos y no sé por qué. No comprendo por qué hay chicos que no quieren jugar con nosotros, ni por qué no vamos a menudo a la ciudad, y cuando lo hacemos, madre y tú parece que tengáis miedo. Caminamos con la cabeza baja, como si así no nos vieran, o molestáramos menos. Es por ello por lo que creo que somos diferentes; tenemos algo que no les gusta a los demás, pero no sé qué es, por eso te lo pregunto.
—No somos diferentes, Samuel; son los otros quienes se empeñan en vernos diferentes.
—Pero creen que ser judío es algo malo… —se atrevió a decir Samuel—, dicen que matamos al profeta Jesús."

No esperéis una historia de acción, porque no lo es. Su ritmo es pausado, calmado, aportando distintos puntos de vista de una misma historia, de unos hechos que marcaron a millones de personas de manera diferente, según sus orígenes y sus creencias. Una novela de personajes marcados por las circunstancias y por el marco histórico que les tocó vivir.
La razón del título no se desvela hasta las últimas páginas, pero lo que sí os podemos adelantar es cómo comienza la novela: Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse uno mismo es muriendo o matando…
Por último destacar, la dificultad de mantener el equilibrio en una historia donde todos tendemos a decantarnos por uno u otro bando, cuando sin embargo la autora, consigue avanzar por la obra sin emitir juicios morales.

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