Autora: Julia NavarroEditorial: Plaza & JanésPáginas: 905 (contando con el glosario)
Sinopsis: Una extraordinaria novela de personajes inolvidables cuyas vidas se entrelazan con momentos clave de la Historia, desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, y que recrea la vida en ciudades tan emblemáticas como San Petersburgo, París o Jerusalén.Una extraordinaria novela de personajes inolvidables cuyas vidas se entrelazan con momentos clave de la Historia, desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, y que recrea la vida en ciudades tan emblemáticas como San Petersburgo, París o Jerusalén.Dispara, yo ya estoy muerto es una historia llena de historias, una gran novela que esconde dentro muchas novelas, y que, desde su enigmático título hasta su inesperado final, alberga más de una sorpresa y emociones a flor de piel.Gran novela con grandes personajesComenzaré dando un dato: Nunca había leído nada, hasta ahora, de Julia Navarro, y no me imagino todo lo que me he perdido. Gustándome como me gusta la novela histórica, sea a través de personajes ficticios o reales (en este caso ficticios), este libro me ha encantado. Lo bueno es que a parte de haber disfrutado con la lectura, he aprendido cosas que no sabía, sobre todo entorno a de donde vinieron los problemas entre árabes y judíos.Bueno, al grano.
El libro toca el conflicto judío palestino muy a fondo. Desde el principio del conflicto, desde el por qué. He de decir que entre los libros históricos que he leído, nunca había leído uno que tratara este tema y me ha resultado muy esclarecedor. La autora aborda este tema por medio de dos sagas familiares (ficticias), una de las cuales es judía y otra árabe. De esta manera conoceremos los dos puntos de vista, aunque ahonda más en el punto de vista judío, ya que nos muestra todos los sucesos por los que tuvieron que pasar desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Se muestra de una manera bastante directa la política y la sociedad de la época.Para meternos en la trama, la autora utiliza a dos personajes clave, Marian Miller y Ezequiel Zucker, que nos irán contando la historia de estas dos familias.La ambientación es de lo mejor, sobre todo cuando se narran las acciones sucedidas en Jerusalén. Aunque también nos veremos sumergidos en San Petersburgo, durante la época zarista, en París, Londres, Madrid, Alemania...Las novelas que tratan sobre judíos me gustan bastante. Sobre todo las más conocidas son las que tratan el Holocausto judío. Aunque esta parte de la historia de los judíos es la más conocida, también hay otros sucesos anteriores a este, en los que los judíos también fueron víctimas, como los pogromos en Rusia durante la época zarista, y que están narrados de una forma muy realista en la novela.
Lo que más me ha gustado del libro, a parte de la gran trama y de lo histórico de la novela, han sido los personajes. Son bastantes personajes y están muy bien caracterizados. Samuel, Mohamed, Wädi, Kasia, Marinna, Ezequiel... Todos ellos inolvidables. Al principio, con tanto nombre, no me acordaba de quien era quien o de que familia era cada uno, pero a lo largo de la novela los personajes me fueron llegando y me llegué a familiarizar bastante con ellos. Al ser sagas familiares, puedes conocer a un personaje prácticamente desde que nace hasta que muere (en algunos casos). Ya os aviso de que al estar ambientada en la época en que está, y con los conflictos sociales que se dan desde finales del siglo XIX a mediados del XX, la muerte está a la orden del día. La Primera y Segunda Guerra Mundial también estarán presentes en la novela, aunque se vive más la última. Veremos como las tensiones entre judíos y árabes se van acrecentando, ¿Que es lo que se disputan?, la tierra, la que cada uno cree suya.
A pesar de la cantidad de páginas que tiene la novela, no se me ha hecho para nada pesada. Me interesaba tanto la trama y la historia de estas dos familias, que apenas he sentido el pasar de las páginas. Es cierto que en un punto, a medias del libro, la historia se me ha hecho algo indiferente, ya que la cosa no avanzaba. Tras pasar este bache todo a fluido y la historia se volvió, si cabe, más interesante. Y el final... Un final que para nada me esperaba. Me ha gustado porque me ha sorprendido, pero muchísimo. Eso sí, me ha faltado una última página para que el final fuera "más final".
Una novela que mezcla el odio, la amistad, la desgracia, la pobreza y la supervivencia, Oriente próximo y Rusia, como principal ambientación y el conflicto entre árabes y judíos, desde la raíz. Una novela de ficción histórica de las que me gustan, que te mete de lleno en la trama y con la que aprendes nuevas cosas, como es mi caso.