Cuando acabas de llegar a Holanda y enciendes la televisión es probable que notes un contraste en la calidad de la publicidad. No me refiero a los productos que se anuncian, sino a lo trabajados que están los anuncios en si. Tal vez sea porque aquí no existe la competencia brutal que se da en otros países, ya que al fin y al cabo a la hora de comprar una taza para el café todo el mundo va al blokker de la esquina. Pero el caso es que, aunque sí existen anuncios buenos, también se proyectan muchos de calidad mediocre que a nuestros ojos pueden parecer ya desfasados o incluso ingenuos.
A la hora de vendernos algo, los holandeses nos muestran sin pudor cosas que nosotros tenemos superadas desde los años noventa, como anuncios de televisión en los que se enfoca un plato de comida mientras una voz en off exclama lekker!!! (¡qué rico!) o pósters publicitarios con el clásico individuo en primer plano posando sobre un fondo cutre y forzando una expresión de sorpresa exhultante (también conocida como ¡¡¡GUUUUUAAAAAAAAAAAAAUUUUUUU!!!!!)
Meses viendo en la parada de autobús la secuencia de carteles clónicos
del calvo de gafas quedándose patitieso ante los precios de diversos vuelos.
Por otro lado sabemos que en Holanda la creatividad es una cualidad valorada. No hay más que pasear por la calle para ver multitud de estudios de artistas de calidad variable (y en ocasiones discutible) o toparse con exposiciones de diversa índole. ¿Conocíais por ejemplo al artista Berndnaut Smilde, que se dedica a crear nubes artificiales en espacios cerrados? Como si no tuviesen suficientes al natural, estaréis pensando muchos. Al resto, en caso de que os apeteciera dar una vuelta por la onírica galería de la foto, debo comunicaros que las nubes de Berndtaut se disuelven en cuestión de segundos y por tanto no es posible visitar las instalaciones de su obra.
La nube Nimbus, cuya duración fue la justa para sacar la foto.
A Berndnaut Smilde no le va el rollo del photoshop.
Así que de vez en cuando, como no podía ser de otra manera, a los Neerlandeses les da por aplicar este potencial creativo al ámbito publicitario, dando lugar a una publicidad que, como todo en este país, presenta grandes contrastes. Algunas de las campañas resultantes son más afortunadas que otras y en algunos casos incluso acarrean consecuencias indeseadas. Es el caso de Renault, que en 2008 provocó problemas matrimoniales en decenas de hogares de Holanda al enviar a las mujeres poseedoras de un Renault Twingo la siguiente carta manuscrita:
‘Hola, cariño. ¿Cómo estás? Hace tiempo que no hablamos. ¿Has estado de vacaciones? Tú tenías un Twingo, ¿no? ¿Cuándo vamos a tomar algo? Me muero por saber cómo estás ahora. Hasta pronto. Con amor, M.'.
El texto concluía proponiendo una cita (en la dirección del concesionario de Renault, claro) que terminó por encender los ánimos contra ese tipo misterioso que sabía que la familia tenía un Twingo. El asunto terminó zanjándose con otras 30.000 cartas enviadas por la compañía, esta vez disculpándose por la misiva anterior.
Otros intentos sin embargo tienen mejores resultados. Esto nos lleva al objetivo de este post, que no era otro que poneros el video de una campaña publicitaria original y graciosilla que tuvo lugar en un pueblo Bélgica la pasada primavera. Se trataba de anunciar un nuevo ciclo de series en el canal TNT Benelux (que no es una marca cara de cosméticos sino el conjunto de Holanda, Bélgica y Luxemburgo). Para ello colocaron un gran botón reluciente de estos que dicen pulsame! en medio de una plaza de un pueblo belga cualquiera. Junto al botón dejaron un cartel con la inscripción "Pulsar para añadir drama". En principio los transeúntes observaban el montaje con desconfianza pero finalmente un valiente se decidió a presionarlo. ¿Queréis saber qué sucedió entonces?
Menudo despliegue. Los entendidos llaman a este tipo de campaña en vivo "marketing de guerrilla". En esta en concreto aparecen caricaturizados todos los topicazos del cine americano de un solo golpe. Jugadores de rugby, tiroteo de mafiosos, moteras en sujetador.... vamos, lo de todos los días. Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente artículo.