Hace más de 20 años, en 1990, que no se concedía el Premio Nobel a un escritor de lengua castellana, entonces fue al maravilloso Octavio Paz. Ahora, en 2010, la concesión del premio es a Mario Vargas Llosa.
Pensaba yo, en este sábado lluvioso, que además de la satisfacción propia de ver como un literato de la altura de Mario es reconocido con el galardón más importante del mundo literario, también es un espaldarazo a su vehículo: a la lengua, al castellano, no creen?
Idioma el nuestro hablado por casi, no llega, 500 millones de personas. La segunda lengua del planeta por número de hablantes nativos y el segundo idioma de comunicación internacional. Dicen los expertos que para el año 2030, el 7,5% de la población mundial será hispanohablante, sólo el chino superará al español como grupo de hablantes de dominio nativo. En 2050, Estados Unidos será el primer país hispanohablante del mundo.
Actualmente hay unos 14 millones de alumnos que lo estudian como lengua extranjera. No está mal, verdad? Sabiendo que en el mundo se hablan 7.000 lenguas.
Ya el español es la tercera lengua más utilizada en la Red, habiendo experimentado un crecimiento espectacular entre 2000 y 2009, en un 650%. Los dos idiomas por delante del nuestro son el inglés y el chino pero teniendo en cuenta que la lengua china solo la hablan, en general, sus nativos, el español se situa como la segunda lengua de comunicación en Internet, trás el inglés.
Todas estas divagaciones me han surgido pensando en el nuevo Premio Nobel, en Mario Vargas Llosa. Porque quizás de todo estos datos, uno de los aspectos de mayor importancia de nuestra lengua es que es un vehículo de cultura internacional.
Que de esos casi 500 millones de hispanohablantes nativos, algunos lo abordan en forma de teatro, poesía y narrativa. Unos pocos incluso llegan a tener el marchamo de excelencia.
¡Enhorabuena Mario! Un placer admirarte como literato. Tus otras intervenciones públicas no las comparto, pero como narrador eres uno de los inigualables para mí.