Fuimos a Paris y salimos trasquilados, humillados y nos dejan con un pie y medio(o puede que más) en la calle, y cuando algunos rumoreaban(en voz baja para no parecer locos) la esperanza de remontar, llega el partido ante el Leganés y el modesto equipo madrileño nos da un baño en casa mereciendo, al menos, un empate, que se rompió gracias a un absurdo penalti(clarisimo pero absurdo) que Villanueva, esta vez, no pudo negarse a señalar.
Evidentemente no pretendo decir que hay que aplaudir cuando se juega mal, ni que haya que vivir de esos 16 títulos(casi la mitad de los disputados) sin pensar en nada más, pero silbar a quien lo está intentando todo no parece el mejor remedio para conseguir que mejore.
Nos hemos negado a ver que la plantilla envejecía, que el estilo tenía que mutar para reinventarse, que habia que fichar piezas importantes y no solo suplentes, y el resultado empieza a verse.
Por fin parece que el cambio de ciclo está llegando y que en el puente aéreo han venido los peores vicios de nuestro rival. Malas caras, broncas con la prensa, entrenadores en la cuerda floja, y tristeza, mucha tristeza.
La única ventaja que tienen allí es que Florentino tiene un palco que en Can Barça nunca podremos tener, y que allí se hacen negocios(Bárcenas dixit) que en el nuestro ni siquiera se plantean.
¿Qué nos está pasando? ¿Hay solución? ¿Volveremos a los fichajes de cada temporada, a los "aquest any si" de mi juventud, a celebrar una copa como un éxito?
Ayer, ante un Leganés ordenadito, que por algo es una de las cenicientas de la primera división(con el mérito que esto de por sí tiene en una ciudad pequeña) vimos a un Barça irreconocible, con 10 extranjeros, en el que la cantera se limitaba a Messi, Rafinha y Sergi Roberto, y en el que el estilo parece haber pasado a mejor vida, sin que la nueva idea acabe por imponerse.
Y Luis Enrique, con rostro agotado, parece un alma en pena, dedicada a la bronca con la prensa y cuyas ideas parecen haber desaparecido, parecen haberse congelado, y da la ensación de que el equipo ha dejado de creer en él.
Que la Audiencia vuelva a imputar al Barça, a Bartomeu, a Neymar y a todo lo que se mueva, no es más que la consecuencia de lo comentado unas líneas más arriba, y tampoco merece la pena entrar a discutirlo. Ya hace tiempo que muchos pensamos lo que pensamos de estos temas y se confirman nuestros temores.
Me da la sensación de que vienen malos tiempos, que vamos a pagar en el terreno de juego (y en lo que no es terreno de juego) los apoyos extra deportivos, perfectamente legales, pero tristemente molestos para quienes deciden, y puede que como José y Putifar, empecemos a ver unas vacas flacas acercándose en el horizonte, y empecemos a temernos lo peor.
Mucha división, silbidos y tristeza. Y Messi sigue sin renovar.
Puro Barça