Empecemos por los materiales:
-Bote de cristal.
-Washi tape ( ¡Qué buen invento! )
-Cola blanca, para el acabado
-Velas de té.
En este caso hemos utilizado botes de Yogur, y todavía será más sencillo, ya que donde aparece la marca del producto, es la medida exacta de ancho de whasi tape.
Después cogeremos la vela y haremos la misma operación.
Para el acabado, y sobre todo para que con el paso del tiempo no se despegue, ponemos un poco de cola blanca encima del whasi tape como si fuese un barniz.
Dejamos secar, y tenemos un precioso porta velas.
Las posibilidades son infinitas, y además es una manualidad ideal para los niños, ya que no se utiliza ningún material peligroso. Aprovecha ahora que empieza el frío y estamos más tiempo en casa.
Además puede ser un detalle precioso para regalar a familiares.
¿Te animas?