DIY: cómo tunear el reloj Rusch de Ikea.

Por Srta_pomelo @srta_pomelo

Hola pomelillos. Después de un parón de un mes aproximadamente, vuelto al blog con buenas ideas para hacer en casa, reciclando y pasando un rato divertido y entretenido.
Mi reloj Rusch de Ikea lleva con nosotros mucho mucho tiempo. Es un reloj, que a pesar de ser muy barato, es duradero...pero...de repente empezó a quebrarse la parte interna donde tiene los números. Supongo que las cosas, tarde o temprano, acaban rompiéndose por el uso. Hay algunas que se pueden arreglar, como en este caso. No hay nada que un "lavado de cara" no haga relucirlo como nuevo y totalmente personalizado.
Lo primero que hay que hacer es desmontar el reloj, quitando el panel redondo de plástico frontal, con mucho cuidado. Tiene tres pestañas que lo hacen encajar en el cuerpo del reloj, así que metiendo la punta de un cuchillo fino se pueden separar.
Después hay que quitar el mecanismo, sacando con sumo cuidado las manecillas y retirando la cajita posterior, donde va la pila.
Hay que quitar todo el plástico de los números lo mejor posible. Por algunos lados estará tan pegado que será imposible dejarlo limpio del todo, pero no importa, eso luego no se verá.
Luego vamos a darle un poco de pintura al cuerpo del reloj, la parte externa. Se puede usar pintura en spray, que cubre más y es más rápida de aplicar; o usar pintura acrílica y con un pincel ir cubriendo toda la pieza. Hay que cubrir la superficie de trabajo con papel de periódico o un plástico.

Dejamos secar bien la pintura y mientras podemos ir realizando la siguiente parte. Vamos a realizar la parte interior del reloj, donde van los números.

Con un papel para scrap, o cartulina, vamos a dibujar y recortar el círculo interno del reloj. Para ello usamos de plantilla el propio frontal del reloj.

En vez de números, yo he pegado unos círculos. Son pegatinas que se usan en scrap, pero si queréis, podéis pegar números. Los venden también como pegatinas en cualquier bazar chino o tienda de scrap.

Con silicona fría, pegamos el círculo al cuerpo del reloj y esperamos a que seque bien. Hacemos un agujero central para acoplar el mecanismo del reloj. Otra vez con cuidado encajamos las manecillas por delante: primero va el de las horas (negro cortito), después el de los minutos (negro largo) y por último el de los segundo (rojo largo).


¡¡¡Y listo!!! Tenemos un reloj prácticamente nuevo y totalmente a nuestro gusto. Ahora debería durar unos cuantos años más.

Espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo post. Un saludo enorme a todos los que me leéis, que sois muchos. Gracias siempre.