Género: Aventuras/Drama/Western.
País: Estados Unidos.
Duración: 165 minutos.
Dirección: Quentin Tarantino.
Intérpretes: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Kerry Washington, Samuel L. Jackson.
"Con la ayuda de un cazador de recompensas alemán, un esclavo libre se embarca en un viaje para rescatar a su esposa del brutal dueño de una plantación en Mississippi."
Lo que no pasaba en anteriores aventuras del director es la condensación en una misma línea narrativa la comedia negra (negrísima, al gusto Quentin) y las escenas de suspenso rabiosas, de ésas que le ponen a uno los nudillos blancos de la tensión; por momentos estamos viendo escenas que lo hacen a uno arrancar a las carcajadas y por otros los ojos están fijos en la pantalla, atentos a cada movimiento y paso en falso de los protagonistas. Tenía mis reservas de si el elenco resultaba en ciertas partes desafortunado, pero Jamie Foxx tiene un viaje de emociones que para el final de la película lo dejan más que bien parado y con aires de ícono de culto en cualquier momento; quien quizás sale bien parado es Waltz repitiendo un papel peculiar y demasiado justo para él, provocando más de un déjá vu con su Hans Landa de Inglorious Basterds. Sorprende gratamente el ridículamente serio y lleno de aspavientos Monsieur Candie de un Leonardo Di Caprio, eclipsado solamente por el taimado sirviente Stephen de un agradablemente irreconocible Samuel L. Jackson a quien el papel le sienta de perlas. Los cameos y apariciones especiales se suceden en cada escena y cada tramo, y sin dudas la más genial y aplaudida será la participación del eterno Franco Nero, el Django original.
Calificación: A-