Esta vez la moneda cayó del lado de la caricia. El nuevo disco del prolífico Ryan Adams está siendo cubierto de elogios por la prensa especializada. Es así, a Ryan o le pinta el lado folk o se electrifica. Pero nunca deja de ser un tipo que te entrega su corazón maltrecho. Si bien es cierto que a veces la patina por elemental, en Ashes & Fire hay una buena colección de piezas acústicas de esas que te abren el pecho al medio. Do i wait es la mejor de todas. Adams prende un cigarrillo en el inicio de la canción, se larga a cantar su espera inútil y deja que la cenizas se consuman hasta el final, donde agarra el pucho, le pega una última e intensa pitada y se va pensando en que ya tiene material para grabar otro disco.
Esta vez la moneda cayó del lado de la caricia. El nuevo disco del prolífico Ryan Adams está siendo cubierto de elogios por la prensa especializada. Es así, a Ryan o le pinta el lado folk o se electrifica. Pero nunca deja de ser un tipo que te entrega su corazón maltrecho. Si bien es cierto que a veces la patina por elemental, en Ashes & Fire hay una buena colección de piezas acústicas de esas que te abren el pecho al medio. Do i wait es la mejor de todas. Adams prende un cigarrillo en el inicio de la canción, se larga a cantar su espera inútil y deja que la cenizas se consuman hasta el final, donde agarra el pucho, le pega una última e intensa pitada y se va pensando en que ya tiene material para grabar otro disco.