Doble Programa De Cine De Terror De Culto

Publicado el 02 octubre 2018 por Carlosgu82

Matinée doble para el espanto:

Aullidos y Muerto y Sepultado


Corrian principios de los 80 y siendo adolescentes con mi hermano nos hacíamos escapadas a los cines del centro en los que muchas veces se estrenaban películas de género en la modalidad doble estreno. Obviamente por el costo de una sola entrada. Fueron varios los gloriosos programas que pasaron por nuestras retinas pero si hay uno que recuerdo particularmente fue el que incluía a Aullidos (The Howling – 1981 – Joe Dante) y Muerto y sepultado (Dead and buried – 1981 – Gary Sherman). La primera sobre licantropia con un enfoque bastante particular, el de una reportera que se adentra en el mundo de lo sobrenatural y descubre el horror en primera mano. La segunda, sobre un pueblo en el que sus visitantes, terminan engrosando las filas de los habitantes aunque no lo deseen, incuso luego de morir de la peor forma.
Aullidos cuenta con el protagónico de Dee Wallace, una scream queen de la época y  un reparto de secundarios como John Carradine (el padre de David, de Kung Fu – Kill Bill)y a Patric McKnee (Los vengadores, la serie) entre otros. Los efectos especiales animatrónicos de Joe Dante son tan perfectos, que logran que esta película junto a Un hombre lobo americano en Londres (de John Landis también de 1981), sea de las que mejores transformaciones a hombre-lobo han tenido en la historia del cine. Quedando por encima, incluso de algunas lamentables escenas de nuevas versiones digitales.

No le falta un enorme nivel de gore a la historia, ni víctimas que son mutiladas sin piedad. También abundan los ritos satánicos y los personajes enigmáticos y seductores como el de la bella Elizabeth Brooks.

Además incluye uno de los finales más tristes y cautivantes que ha tenido una película de género, al menos hasta entonces y seguramente quede en los primeros puestos entre las actuales (aunque de inmediato me remita a la versión cinematográfica de La niebla (The Mst de Fran Darabont adaptando a Stephen King, que anuda la garganta de hasta los menos sensibles)

En el caso de la segunda, Muerto y sepultado, que tampoco se queda detrás con el oscuro y estremecedor final, es una historia de suspenso y crímen en el que el espectador es cómplice desde un principio de lo que sucede en ese pueblo. Los turistas son abducidos por los propios vecinos y asesinados de manera cruenta. Todo para que el especialista de la morgue (el “Doc”) reacondicione a los cadáveres y los vuelva a la vida en una sesión de maquillaje y taxidermia acompañada con la bella melodía de “Serenata a la luz de la luna” de Glenn Miller.

Estos hechos pasan sin ser del conocimiento del sheriff (James Farentino) que ante la desaparición de los merodeadores, pone en marcha una investigación. Su bella esposa (Melody Anderson) lo acompaña en apariencia, aunque quizás sepa mucho más que su propio marido de la cuestión. Y en el desenlace, esto quedaría expuesto de la peor manera.

Puede que pese mucho el valor de la nostalgia de haber presenciado una joya detrás de otra por el valor de una entrada, pero recomiendo fervientemente recrear el evento a los amantes del género.
Lograrán una experiencia estremecedora.