Doble vara de medir: Escraches

Publicado el 22 febrero 2016 por Alejandropumarino

El Sr. Iglesias utilizó la expresión “jaabe democrático” para calificar los “escraches” sufridos por los políticos populares durante su gobierno.

Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, recibieron a Rosa Díez al grito de «Fuera fascistas de la Universidad» en una suerte de «escrache» organizada por estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense, en 2010, cuando este concepto de persecución a los políticos sonaba todavía como algo propio de Argentina.

La posición de la ahora alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, fue más allá. Encabezó muchas de las acciones que hicieron célebres a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. El mismo día que la propia portavoz de la PAH cobró relevancia pública fue por llamar «criminal» al representante de la banca en el Congreso de los Diputados.

Manuela Carmena, defendía en el programa «El Gran Debate» de Telecinco que se trataba de «protestas necesarias, que indican la vitalidad de una sociedad que se defiende ante una situación injusta.

Los «escraches» eran acciones pacíficas para muchos hasta que el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias de Madrid, Javier Barbero, sufrió en sus carnes las agresivas protestas de 300 municipales fuera de servicio. El delegado municipal considera que el «acoso» del que fue víctima no fue un «escrache», sino un ataque a una persona que representa a una institución y que lo que le sucedió le recordaba, más bien, a actos de «grupos fascistas».

Vamos a ver: Si la acción de acosar a un cargo político en su domicilio o fuera de su actividad cono tal es una forma de libertad de expresión o una protesta necesaria si lo llevan a cabo simpatizantes de la formación morada, ¿por qué cuando es sufrido por políticos de Podemos se califica nada menos que de “acción fascista”?. Simple, por la doble vara de medir de la que venimos hablando estos días. Quien está en posesión de la verdad, es difícil que se equivoque.