Lo más absurdo que hay es pensar en condicional, intentar valorar qué hubiese pasado si las cosas hubiesen sido diferentes. Si los Red Bull no hubieran mostrado tan frágiles, seguramente Sebastian Vettel (Heppenheim, Alemania, 1987) lideraría el Mundial tras tres triunfos sin discusión en las tres primeras pruebas disputadas. El germano quedó relegado a la cuarta posición en Bahréin y tuvo que abandonar en Australia por la debilidad de su monoplaza, hasta ahora el más rápido de la parrilla y a la vez poco fiable. Todo cambió enel GP de Malasia, donde los Red Bull funcionaron y dominaron de principio a fin. Vettel y ganó por fin –“tenemos un coche magnífico”– y su compañero Mark Webber le secundó en el podio, que completó Nico Rosberg. “Era crucial no perder los nervios y permanecer relajados”, reflexionó, filosófico, Vettel, que ya cuenta con 37 puntos, los mismos que Fernando Alonso. En una carrera muy desafortunada el bicampeón tuvo que abandonar por una rotura de motor a falta de dos vueltas del final cuando luchaba por la octava posición después de partir desde la 19ª plaza. Percance que hace que Felipe Massa, a quien pocos meten en la quiniela oficiosa de candidatos, pase a ser el nuevo líder con 39 puntos tras ser séptimo en el circuito de Sepang, escenario en el que Jaime Alguersuari logró los primeros puntos de su carrera. El piloto de Toro Rosso, con 20 años y 12 días, es el segundo más precoz en conseguirlo. El récord lo tiene Vettel desde 2007.
El ganador en Malasia se decidió en la salida entre los dos Red Bull. Vettel consiguió pasar a su compañero Webber y ahí se acabó cualquier emoción por el primer puesto. de una carrera en la que no pudo participar Pedro Martínez De la Rosa –rompió el motor en la vuelta de calentamiento– y en la que Michael Schumacher, con problemas en una rueda, tuvo que dejar su Mercedes en la hierba en la novena vuelta. El heptacampeón disimuló su decepción -“forma parte del juego-, pero lo cierto es que una vez más quedó por debajo de su compañero Rosberg. Como Lewis Hamilton (sexto) con su vecino en McLaren,Button, octavo.
Alonso es de los que consideran que el talento está por encima de las circunstancias. Una teoría que se vio forzado a demostrar en el circuito de Sepang, donde tuvo que “frenar de forma extraña” después de que se le rompiera el cambio y tener ir sin embrague durante toda la carrera. “Sinceramente, no he hecho una carrera así nunca, adaptando la conducción tanto como lo he tenido que hacer y haciendo más o menos”, consideró Alonso, que calificó la prueba como “la mejor de mi vida”. Su esfuerzo fue en vano, pues el Ferrari rompió el motor en la penúltima vuelta, cuando el español luchaba con Jenson Button por la octava posición. Así que perdió dos puntos, que fueron a parar a Alguersuari, y el liderato. Massa ostenta ahora dicho privilegio.