Con episodios como "Blink" o "The Girl in the Fireplace" como aval, creo que nadie puede negar que Steven Moffat es el mejor guionista que haya pasado por la serie y "Eleventh Hour", el genial episodio de presentación del nuevo Doctor, nos confirma que es el hombre indicado para tomar las riendas de esta nueva etapa. Antes que nada, hay que saber que Moffat es un geek confeso de la serie desde que era un niño y la verdad es que se nota. Se está encargando de modernizarla y de imprimir su sello personal (más oscuro y retorcido que el resto de guionistas) sin olvidar que Doctor Who es, a grandes rasgos, una serie de aventuras clásica, desenfadada y que apunta principalmente a un público infantil. Para mí está sabiendo dar giros muy interesantes a las estructuras típicas de la serie, como la forma en que el Doctor conoce a su nueva acompañante, la primera aventura en un pueblecito típico inglés, la enésima encarnación de la Reina Elizabeth (¡De color y con pistolas!) o la trama principal, que se va desvelando poco a poco desde el principio. Tampoco faltan los detalles marca de la casa, como el claro tono de terror psicológico con el Prisionero #0, la habitación "in the corner of your eye" o los terroríficos Smilers. Solo tengo elogios para el trabajo de este hombre y, visto lo visto, no me cabe duda de que va a llevar a la serie a lo más alto. No puedo esperar para ver el regreso de los Weeping Angels (esta semana la primera parte :D).
El Doctor de David Tennant fue inolvidable y me preguntaba si su sombra sería demasiado alargada, pero de momento, el undécimo Doctor está consiguiendo que no eche de menos a su predecesor, y eso ya es bastante. A pesar de us juventud, Matt Smith interpreta a un Doctor bastante más serio que el de Tennant. Esa locura hiperactiva y a veces surrealista tan característica y perfeccionada por el escocés está al alcance de muy pocos actores y creo que en ese sentido Smith está sabiendo diferenciarse muy bien: manteniendo el caracter curioso y juguetón del Doctor pero sin olvidar ese aura de "infinitamente más inteligente de lo que parece". Todavía le falta terminar de definir su personalidad y encontrar una catch-phrase memorable ("Geronimo" no me gusta nada, prefiero el "WHAT?!"), pero tras la divertidísima escena inicial junto a Amelia ("Fishsticks and custard, that's my new favorite!") Matt Smith ya me tenía ganado.
Tres cuartos de lo mismo va para la nueva Companion, Amy Pond. Su nexo de unión con el Doctor es mucho más fuerte que el de las anteriores, durante 12 años fue su amigo imaginario, y eso la lleva a tener una química especial con el Doctor desde el primer momento. Karen Gillan, además de guapa, es muy carismática e interpreta a una chica valiente y con carácter que no le tiembla el pulso a la hora de desafiar al Doctor (para mí reúne lo mejor de la personalidad de las anteriores y tiene potencial para ser la mejor). Su complicidad con Matt Smith es divertidísima, hacen muy buena pareja y el hecho de que ya se conozcan de momento está dando mucho juego. Pero lo más interesante del personaje es lo involucrada que está en los 2 principales misterios de la temporada: la grieta temporal en su habitación y el hecho de que se fue de viaje con el Doctor el día antes de su boda.
Pese al gran trabajo que está haciendo Steven Moffat, he de decir que tenía confianza ciega en él, lo único que me preocupaba de esta nueva etapa de la serie era si se iba a notar demasiado cuando él no fuese el guionista. Y con el 3er episodio se confirmaron mis temores. Sin la pluma de Moffat, el episodio de los Dalek me resultó aburrido, tremendamente plano y carente de gracia. Los Dalek nunca fueron santo de mi devoción, creo que solo me dieron miedo como enemigo en la primera temporada (Cristopher Ecclestone, nunca te olvidaré), pero esta nueva aparición en una historia escogida al azar (2da Guerra Mundial steampunk) me pareció totalmente innecesaria. Ni hablar de los modelos Dalek de colores, como si fuesen coches japoneses. Ridículo! Evidentemente un episodo malo aislado no es para preocuparse, pero espero que después del regreso de los Weeping Angels la serie no siga bajando de nivel cada vez que Moffat no está a cargo del guión. Ojalá sigan arriesgando con monstruos originales como los Smilers o la Star Whale y no abusen de comodines cansinos como los Dalek o los Cybermen. Este fin de semana recuerden:
Don't blink. Blink and you're dead. Don't turn your back. Don't look away. And don't blink. Good Luck.
*Esta foto me da auténtico miedo.