La policía chilena (carabineros) ha respondido a los movimientos de los manifestantes con agua, lanzamiento de gases lacrimógenos y disparos de perdigones. Desde el comienzo de las protestas los enfrentamientos han dejado más de 2.500 heridos y decenas de personas muertas, de las cuales al menos cinco murieron a causa de balas disparadas por los efectivos policiales.
Adicionalmente, se han producido unos 5.300 arrestos violentos. "Hay muchos casos de palizas, agresiones sexuales y detenciones arbitrarias".