Nieto de asesinado alcalde Ricardo Lagos Reyes hará documental con vida de su abuelo
- Creado en Jueves, 26 Diciembre 2013
- Última actualización el Miércoles, 18 Junio 2014
Las fuerzas militares habían tomado el control de la ciudad cinco días antes de la muerte del alcalde Ricardo Lagos Reyes. Comenzaba el 16 de septiembre de 1973 en la casa del edil ubicada en Chillan Viejo cuando a las 10.00 horas ingresaron militares a la vivienda para darle muerte a la autoridad comunal, a su esposa embarazada (Sonia Ojeda) y a su hijo Carlos, estudiante universitario.
Las autoridades que tomaron el mando indicaron que se había tratado de un enfrentamiento armado liderado por Lagos Reyes oponiéndose a su detención, algo que con los años quedaría descartado a través de indagaciones judiciales y del testimonio de personas que ese día se encontraban en las inmediaciones de la casa del alcalde socialista.
La historia de la vida, obra y muerte del olvidado alcalde quedará ahora plasmada a través de un documental que será grabado por su nieto, Ricardo Lagos Paredes, quien acaba de ganar recursos del Fondo de Fomento Audiovisual del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes para su elaboración. La película ya tiene nombre y locación. Se llamará “La última calle” (en evidente alusión a la pequeña arteria que lleva el nombre de su abuelo) y se grabará íntegramente en Chillan a partir del 2014.
El realizador y periodista tiene planeado recoger testimonios de quienes lo conocieron y supieron de la vida familiar que el ex alcalde construyó en esta ciudad, a veces esquiva para Ricardo nieto.
“El nombre de la película funciona, en este sentido, como una buena metáfora sobre la memoria y el desconocimiento de una comunidad acerca de su propia historia”, indica.
Ricardo es hijo Ricardo Lagos Salinas (desaparecido en 1975 en Santiago luego de su detención y paso por Villa Grimaldi) y de Patricia Paredes. Ella había partido al exilio un tiempo antes a la RDA con el ahora cineasta y otro hijo en su vientre.
Recuperar la figura de su abuelo
-¿Qué sentimiento te embarga el hecho de ver plasmado a través de este Fondart, el financiamiento de este anhelo personal?
Es un logro evidente, sin embargo, el género documental es un proceso bastante largo, difícil de financiar. En promedio, los documentales pueden tardar cinco o más años en todo su proceso. Tiene que ver con la dificultad de encontrar financiamiento. En esto, el aporte del Consejo de Cultura es un pequeño primer paso, para un proyecto que ya tiene varios años.
-El nombre de la cinta, ¿alude también a una deuda de la ciudad con quien fuera su alcalde hasta el fatídico septiembre de 1973?
Sin duda. Alude a la visión país frente al tema de la dictadura y sus consecuencias, pero que se plasma de manera muy especial en esta ciudad y en un caso tan brutal como el del ex alcalde y su familia. Como familiar, no espero el nombre de una calle o un monumento, simplemente que el caso se conozca, sin los tabúes o mitos que puedan rodear el caso. Ese es único el reconocimiento que espero.
-¿Cómo ha marcado ese hecho trágico tu concepción profesional como documentalista?
Puede ser determinante desde el momento en que formo parte de una generación que ha pasado los cuarenta y que vivió en carne propia un período difícil de nuestra historia. Es curioso, pero muchos de los hijos o nietos que sufrimos pérdidas familiares como consecuencia de la dictadura nos dedicamos a este oficio o profesiones a fines.
-Este 2013 se recordaron los 40 años del golpe ¿Cómo lo viste en términos audiovisuales, considerando que cada programa o película contenía un mensaje claro para las nuevas generaciones?
Fue más un aporte, pese a las carencias que uno pueda encontrar. Hay que tener claro que una buena parte de los chilenos aún tiene una visión muy parcial o lejana sobre las tremendas atrocidades que se cometieron en este país. Como sociedad, creo que tenemos una deuda aún en este sentido. A mi juicio, se ha estilizado demasiado el tema, centrando las violaciones a los derechos humanos en unos pocos casos “emblemáticos”. Pero hay cientos de historias, personas comunes y corrientes que vivieron tragedias o vivencias que dan para cientos de películas o libros.
-¿Qué expectativas tienes al momento de reencontrarte con la ciudad de tus padres y tu abuelo?
No llego con demasiadas expectativas, más bien porque el documental se construye en el camino. En este caso apunto a que se conozca esta historia, ojalá lo más despejada de los cuestionamientos o prejuicios políticos. Esta no es una crónica o reportaje, es una indagación muy personal acerca de un personaje público tremendamente humanista, ésa es finalmente mi expectativa, lograr transmitir esto a las futuras generaciones.
NOTA: Artículo publicado en el diario La Discusión de Chillán del 24 de diciembre de 2013.