Leemos por ahí...
En el londinense The Guardian, John Pilger describe de manera magistral el silencioso golpe militar que se apoderó de Washington: "Durante el mandato del 'débil' Obama el militarismo ha crecido quizá como nunca antes. Aunque no haya ni un solo tanque en el césped de la Casa Blanca, en Washington se ha producido un golpe de Estado militar. En 2008, mientras sus devotos liberales se enjuagaban las lágrimas, Obama aceptó en su totalidad el Pentágono que le legaba George W. Bush, completo con todas sus guerras y crímenes de guerra. Mientras que la Constitución va siendo remplazada por un Estado policial, los mismos que destruyeron Irak a base de conmoción y pavor, que convirtieron Afganistán en una pila de escombros y que redujeron Libia a una pesadilla hobbesiana, son los que están ascendiendo en la administración estadounidense. Detrás de su enmedallada fachada, son más los antiguos soldados estadounidenses que se están suicidando que los que mueren en los campos de batalla. El año pasado 6500 veteranos se quitaron la vida."¿El látigo chino marcará el ritmo? Slavoj Zizek afirma que no existe un vínculo de necesidad entre Democracia y Capitalismo:"Los chinos han seguido los pasos de Chile y Corea del Sur al usar en forma abierta el poder autoritario del Estado para controlar los costes sociales del paso al capitalismo, evitando así el caos. En suma, lejos de ser una absurda anomalía, la extraña asociación de capitalismo y el régimen comunista ha proporcionado una bendición (apenas) disfrazada. El desarrollo veloz de China no se ha logrado a pesar del régimen autoritario comunista, sino más bien gracias a él." (Zizek, en Democracia, ¿en qué Estado?, Prometeo libros 2010, Buenos Aires, pag 110)