“Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena”
(Gandhi)
Hemos permitido que la idea del “vivo bobo” aquel que se salta las normas y atropella al otro sea lícita en nuestra sociedad, y si no nos afecta personalmente poca o ninguna importancia le damos al daño que sufre nuestro hermano. Si al que otro le atropellan y le quitan lo suyo, no le damos importancia, es ese de allá de la otra Colombia, tan lejana a las urbes pobladas de las capitales interiores, tan lejano a nuestra realidad.
Cerramos los sentidos y desconocemos que mas del 10% de nuestra población es desplazada por la violencia generada por esos “vivos bobos” que no se detienen ante nada con tal de satisfacer su afán de poseer mas, así esa posesión pase previamente por el desplazamiento de seres nobles buenos que solo sabían trabajar la tierra.
Que importancia tiene que “gente de bien’ incremente sus capitales a costilla o con el peculio de familias trabajadoras, que puede pedirse de justicia si estos desplazadotes están incrustados en las gentes prestantes de esta sociedad enferma como la nuestra.
Lo malo esta en que esos nuevos pordioseros en los que la sociedad ha permitido transformar a la gente del campo afeen las calles, se agolpen en los semáforos a vender chucherías o duerman a los pies de nuestros dignos apartamentos o edificios afeándolos con su indeseable presencia….
Yo veo la sociedad canadiense, y siento vergüenza de mi patria original, acá en Canadá, veo refugios para gente sin hogar, y que nada tienen que envidiarle a un hotel de 4 estrellas al principio no entendía por que se gastaban tantos recursos en esos seres sin hogar, luego entendí que no solo los protegían por ser humanos, si no que a la vez protegían a la sociedad en las cual estaban.
La gente que lo ha perdido todo, que no tiene un refugio donde dormir un bocado de comida con que saciar sus humanas necesidades, por simple instinto de supervivencia trata de llenar esas falencias y entonces es cuando son presas fáciles de la delincuencia, del narco – trafico, es el caldo de cultivo de la violencia, la inseguridad de las urbes y del crimen en todas sus facetas…
Cual de nosotros si lo perdiéramos todo y u día nos encontramos en la calle con lo que tenemos puesto y nuestros hijos clamando en llanto por alimento, nos quedaríamos impávidos…. Cual de nosotros en esa horrorosa situación dejaríamos morir de jambre sed o frío a nuestra descendencia o a nosotros mismos….?
El desplazamiento también es el resultado del conflicto armado que carcome nuestro país, donde cada bando se permite juzgar y condenar a los habitantes del campo, acusándolos de colaborar con el adversario y con esa premisa matar o desplazar familias enteres, poblaciones completas… Yo fui campesina, un día me llego el ejército a mi casa, y pidió agua unas gallinas y plátanos, quien de ustedes los abría negado…?
El problema se presento cuando un día después llego la guerrilla solicitando iguales cosas y acusándome de colaboradora con el ejecito, vaya problema que tuve, casi se me hace un consejo de guerra por “colaborarle al enemigo”, me salve de pasar por “una ración de plomo” gracias a alguna facilidad de expresión…. A cual debía decirle no al ejercito con sus fusiles o a la guerrilla con sus mini Uzi….? Y al final esa guerra no era mía, y al final con cara perdía y con sello también.
Yo soy desplazada, la colaboración que me dio mi gobierno fue decirme váyase que qui la matan, un par de pasajes sin retorno y una justicia que protege a los que me desplazaron y ocupa mi propiedad. Usted, que esta en la comodidad de su oficina de su casa, leyéndome, es en cierta forma y en gran parte culpable de estas situaciones cuando se queda en silencio, diciendo algo así como pobrecita….o muy complicado.
Me duele mi país, me duele el país que entre todos estamos dejándole a nuestra descendencia de corazón quiero que el Paiss que les toque vivir a mis descendientes sea mejor del que me dejaron a mi. Anhelo ver un país mejor que el que me tocó vivir, para mis nietos. Y por eso, no puedo ser indiferente ante las injusticias. Por eso escribo.
Ha estas alturas solo me queda recordarles el poema de García Lorca:
Primero vinieron por los judíos, como yo no era judío nada me importó.
Después vinieron por los negros, como yo no era negro tampoco me importó.
Luego vinieron por los homosexuales, como yo no era homosexual nada me importó.
Ahora vienen por los gitanos, por los ocupas y por los islamistas, como yo no soy ni gitano, ni okupa, ni islamista, nada me importó.
Algún día vendrán por tí, por ti y por mí, pero entonces ya será tarde.