Don Alfredo de la Roza Campo, para los amigos Alfredo, para "sus chicos" Don Alfredo sin más, siempre vivo en el recuerdo, en la música que compartimos y aún disfrutamos, y "su" Escolanía, la que le recuerda y homenajea en este ciclo ovetense desde hace siete años, una proeza para estos tiempos donde conseguir patrocinadores es una batalla, abrirse un hueco en una ciudad tan melómana donde muchos días la oferta es tan amplia que se hace difícil la elección (sin ir más lejos el anterior viernes), pero que la ilusión, el amor por la música siempre eterna, y la simiente bien plantada hace que brote en cada esquina la palabra, las voces en armonía, el tributo a dos de nuestros grandes, Guerrero y Victoria de la mano para conmemorar el poder de la música al servicio del texto, la liturgia sonora desde el trabajo en equipo, el esfuerzo, sacrificio que no busca recompensa y sin embargo la tiene.
Las palabras de Nacho (Ignacio Rico) expresaron nuevamente lo que Don Alfredo ha supuesto para TODOS, cómo marcó y sigue abriendo camino para tantos, socializando, humanizando y hasta cristianizando desde la música a tantas generaciones. El canto del "In Paradisum" (Henryk Jan Botor), que estrenaron en la edición de 2.009, con Gaspar Muñiz dirigiéndonos a los presentes abarrrotando el templo barroco de la Plaza Mayor ovetense, todos hacia ese más allá tan cercano y a la vez etéreo / eterno, nos devuelve los interrogantes sobre la vida y la muerte que trascienden el raciocinio pero donde lo mundano de Guerrero y lo religioso de Victoria hecho "Misa", la infancia y adolescencia con la madurez, se dan la mano, inicio y final en eterno bucle.
Gracias por compartir y mantener vivo este espíritu universal y fraternal, así las fuerzas nunca decaen...
P. D.: Os debo una visita para seguir compartiendo este ánimo y devolveros un poco de lo mucho recibido.