El título "Vetera et Nova" de las obras elegidas para este frío viernes carbayón, que no impidió hacer cola en la plaza treinta minutos antes del concierto, reflejaba a la perfección lo que significaba: música "vieja y nueva" porque partían de los "viejos" cantos gregorianos, cantos llanos, religiosos... que los distintos armonizadores usaron para reconstruir unas obras llenas de "nuevas" disonancias que hacían aún más difícil lograr los resultados finalmente alcanzados, pero también voces "viejas y nuevas" pese a la juventud de la agrupación que fundase en 1973 nuestro querido Alfredo de la Roza Campo, Don Alfredo, viejas porque aún quedan de las primeras y nuevas por los Pueri Cantores que dirige la gran profesional que es Elisa García, alcanzando más de 70 voces en la actualidad con lo que la continuidad está más que asegurada.
El repertorio lo dejo arriba escaneado tal cual, para pasar a comentar algún detalle como estar todos los cantantes en el altar mayor (que tampoco tenía una iluminación del todo adecuada para "los mayores" al quedar algo en penumbra la parte trasera) y "los pequeños" estoicamente delante aunque no participasen en todas las obras (hubo incluso alguna indisposición rápidamente resuelta), así como las campanadas de las 9 de la noche tanto de la iglesia como el "Asturias Patria Querida" del carillón de la Caja de Ahorros, que quisieron sumarse al concierto final.
Menos mal que a capella se "desquitaron" y mostraron toda su calidad vocal y de muchos ensayos en el Alleluia de Oliver Sperling, probablemente lo mejor del concierto junto con "los Pueri" en el Pange lingua gloriosi de Winfried Bönig (también ligado a la Catedral de Colonia), pues los "pequeños" han trabajado duro para afrontar repertorios de esta dificultad, y el descanso hasta el final del concierto se lo ganaron.