Tal como se está poniendo el panorama en estas últimas horas, decir uno de los dos nombres parece excluir al otro. Se están tensando tanto las cuerdas de la atención mediática que tienen ambos en la mano, que incluso los dos para más inri pudieran salir lastimados, y además en su honor, donde los daños siempre suelen ser irreparables.
Ahora resulta, y por favor, que se me entienda bien la expresión, parece que los dos, ahora personajes, porque son de consumo internacional, quieren morir matando.
Esta noche pasada, el Señor Del Bosque del cual ya nos hemos enterado todos que deja su cargo de Seleccionador Nacional, se ha descolgado con unas declaraciones en la Cadena Ser en las que no deja muy bien el comportamiento del Señor Casillas durante su concentración en Francia, Eurocopa 2016.
Al enterarse de todo ésto, al vecino del mundo no le ha quedado más remedio que sonreír irónicamente y me explico, porque parece que hubo alguien que escribió esta historia, pero muchos años atrás…
El comienzo del final se puede decir que es con ese tweet que todos entendemos que es una especie de despedida y carta o deseo de intenciones de Don Iker Casillas en el que adjunta unas escenas del final, creo que es, de la primera entrega de Rambo, en el que el personaje americano le cuenta a su coronel como desearía ser recordado y lo que siente por su patria.
Este vecino del mundo leyó la novela “Primera sangre” (tras el éxito de la película le cambiaron el nombre para que quedara claro la historia que contaba, y así vender muchísimos más ejemplares) de David Morrell, muchísimo antes que el éxito cinematográfico. Y al leer la novela te imaginas de todo menos que lo pudiera encarnar un Silvester Stallone prácticamente desconocido y menos expresivo que una puerta. Por cierto, tuvieron que cambiar mucho la historia, porque entre otras cosas es una huida hacia adelante, y prácticamente desde un principio, creo recordar, el personaje, por esas cosas de la novela, está prácticamente desnudo todo el rato, cargándose a diestro y siniestro.
La sonrisa irónica relatada anteriormente que se congeló en una especie de rictus viene porque en la historia de la novela que dista mucho de la película, Rambo al haber sido entrenado como una auténtica máquina de matar, y ahora ya solo es considerado como un inadaptado social y asesino, en una especie de parábola, el escritor nos muestra que la única persona que le puede “desactivar”, es, en cierta manera, el que le creó, Coronel Sam Trautman, que a la postre será quien no tiene más remedio, por decirlo de alguna manera, que matarle.
Y la ironía, tras la elección de Iker Casillas de haber convertido a Rambo en una especie de alter ego, es que su ahora Coronel Trautman, Del Bosque, es el que mata, o intenta matar, esa fachada o aureola que todos tenemos, algunos ya dirán "que habían tenido", del portero, que ya era, y esperemos será por siempre, una leyenda.
Tanto especies animales como marinas “eligen” en muchas ocasiones morir matando. Y ahora parece que con respecto a Don Vicente Del Bosque y Don Iker Casillas están en esas. Y es una pena, porque se pueden despedazar y manchar sus leyendas para siempre.
En estos días en que la crisis, según opiniones, llega también a la de los valores morales, dos personas que han sido y son santo y seña para muchos, deberían de parar sus disputas, porque nadie debería de leer “su letra pequeña”, "el cómo se hizo". Y quedarnos con los titulares que han ido creando ambos, y que son, todavía, bien grandes. Ahora más que nunca se les tiene que exigir a ambos, a ambos, … un comportamiento deportivo.
*FOTO: DE LA RED