Ponerse a pensar en músicos que tras cosechar éxitos notables cayeran en el olvido nos termina llevando de manera irrevocable, entre otros, a Billy Squier. El guitarrista y vocalista de Boston se había embarcado en una banda llamada Piper que llegó a abrir para Kiss en su gira norteamericana de 1977. Ojo porque "Piper", el debut discográfico en 1976 de aquellos Piper, es un discazo, lo mismo que su segundo y último álbum, "Can't Wait", que comentaremos en otra ocasión.
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