Doña Remedios fue mi profesora de 5º de EGB, que vete tú a saber porqué, pasó como tutora nuestra a 6º y 7º (Lo siento, soy incapaz de trasladar esto a la escala educativa de hoy en día). En 6º y 7º lo que nos daba era Lengua y Literatura.
Y en alguno de esos tres años, nos explicó las formas de comunicación. Uno de ellos el periodístico o de información. Decía que tenía que ser aséptico. Una noticia tenía la obligación de introducir los menos elementos “extraños” o ajenos a ella. El ejemplo que venía en el libro era la forma con la que se había dado la noticia del golpe de estado en Chile.
Uno recuerdo que era ABC, dónde por supuesto se aplaudía el bien hacer del ejército chileno parando a esos violentos y peligrosos comunistas.
Los otros dos no recuerdo dónde se publicaron. Había uno que hablaba del terrible golpe de estado que el ejército había dado en Chile. Y el último decía que los militares chilenos habían sacado los tanques a la calle y habían dado un golpe de estado.
Yo reconozco que lo que a mi me gusta es la 2ª opción, porque para mi es terrible que se dé un golpe de estado. Pero claro. Ya le estoy poniendo un calificativo.
Y será que a mi Doña Remedios me caía muy bien, o que enseñaba muy bien. Que cada vez que cojo un periódico y leo una noticia, que me la están vendiendo cómo “información” y compruebo que en la facultad de ciencias de la información o no había una Doña Remedios, o igual, es que el periodista se ha dejado prostituir o por su propia ideología, o por la ideología de quien le paga, o símplemente porque tiene que comer, aunque no le guste lo que hace.
Pero lo cierto es que cuando me encuentro noticias informativas y sólo informativas, me doy un homenaje de cualquier capricho… ¡hay tan pocas!.
Y es que siempre lo he dicho, no me gusta que me manipulen. Y muchos menos no tener muy claro quien me manipula y cuál es su propósito final.
También he dicho que si me molesta que me intenten manipular los medios “de la derecha”, me molesta mucho más que lo haga uno que se dice de izquierdas.
¿Por qué? Pues muy sencillo. Porque corro mucho más riesgo en caer en la trampa, dado que el periódico de izquierdas muchas veces está diciendo cosas que a mi me gusta oírlas. Es cómo ese “terrible”. Eso y porque dentro de esa inocencia que aún me queda, soy de la opinión de que desde la izquierda se suele respetar mucho más la pluralidad. Aunque cada día estoy más convencida de mi error… o eso me están demostrando muchos últimamente…
Pero hay más maneras de manipulación. No se trata ya de lo que dices y de cómo lo dices, también lo que no dices, o lo que dices, generando mucha expectación y “tapando” otros temas que interesaban menos que estuvieran en el candilero… ¡leches!… ¿que interesaban a quién?… pues eso… qué yo no digo que no sea importante saber lo que la Gürtel, es más, me parece importantísimo saberlo, pero ¿era necesario obviar todo lo demás? ¿es que era contraproducente que se hablara de lo que estaba haciendo entonces el gobierno de Zapatero?
Otras maneras de manipulación, viene a ser denunciar respecto a otros países lo que también está pasando en España y olvidarnos de lo que está pasando aquí. ¡Ojos que no ven, corazón que no siente! y eso también lo ha hecho Público.
Y por último, otra cosa que me ha indignado de ese periódico, ese que se dice de izquierdas, es que ha seguido palabra por palabra, instrucción por instrucción, del Plan ZEN. Y o se es de izquierdas o no se es. Se puede ser izquierdoso o incluso creérselo, cosa que por ejemplo les pasa a muchos psoístas… ¡si hasta Zapatero se sigue considerando de izquierdas después de la que ha montado!.
De Público no me gustaba tampoco el sensacionalismo. Nunca me ha gustado de El Mundo y antes de Diario 16, son periódicos amarillistas y la verdad, me molestaba mucho entrar en una noticia con un titular para terminar diciendo lo contrario. O no encontrar el origen en el texto que venía detrás. Es más. A veces me he encontrado con noticias muy bien escritas, absolutamente estropeadas por un titular innecesariamente sensacionalista.
¿Lamento el cierre de Público? hombre, pues la verdad Sí. ¡¡¡A qué os he sorprendido!!! jajajaja…
Sí, lo lamento, porque también es un periódico que sin llegar a cubrir todas las noticias que yo creo que se deberían cubrir, ha dado cobertura a muchas que si no está Público, sólo nos enteramos por medios alternativos de izquierdas. (Algo así ha estado pasando con las noticias a dónde no ha llegado Público).
También han puesto en circulación unas estupendas colecciones que con los tímidos despertares de esta sociedad, hoy gracias a este periódico, hoy están leyendo y que si no hubiera sido el caso, dudo mucho que se estuvieran “extendiendo”.
Y sobre todo lo lamento por los trabajadores de ese periódico. Porque si el país está jodido, el medio periodístico, lleva en franca retirada incluso antes de que se iniciara la crisis.
Y también lo siento por alguna que otra columna y viñeta, que para mi era de obligado cumplimiento. Aunque estoy casi segura de que eso no será mayor problema, porque de una manera u otra, blogs personales, blogs en otros medios, facebook, twitter, los tengo bastante “controlados” y al igual que me pasó con Rafael Reig, después de que el “izquierdosísimo Público” lo echara, pues ahí le tengo, en mi reader y en el ABC…
Por terminar, quiero reseñar que yo no quiero un periódico de izquierdas o de derechas, quiero un periódico que informe y que luego, si tiene pluralidad de opiniones con columnistas de diferentes ideologías, pues para mi sería genial. Ahora lo de los columnistas lo tengo yendo a diferentes medios de todo tipo de ideología y lo de la información, pues eso no lo tengo en ningún lado. Tengo que intentar separar la paja de todas e intentar creer que mi conclusión, es lo que más se parece a la verdad, con sólo mi intuición y análisis tras contrastar sabiendo de qué pie cojean cada una de “mis fuentes”.
Qué menos que despedirnos con el último Tag de Manel