Una de las más importantes promesas que llevó a Donald Trump a ser el actual presidente de Estados Unidos, fue su campaña anti-guerra. El pueblo americano se sentía cansado de haber pasado casi 20 años siendo los responsables de guerras causadas en El Medio Oriente que nunca llevaron a ningún resultado positivo. Su propuesta de arreglar las cosas con el presidente de Russia, Vladimir Putin suponía una calma de la guerra fría, mientras a su candidata contraria Hillary Clinton se le acusaba de querer iniciar la Tercera Guerra Mundial. Si bien muchos de los americanos no sentían ningún tipo de agrado por Donald Trump, lo vieron como una mejor opción que Hillary Clinton debido a su oscuro historial de corrupción. Pero ¿Es realmente Donald Trump el presidente anti-guerra que prometió ser?
Muchos dicen que es una utopía ser presidente de los Estados Unidos y no intervenir violentamente países del Medio Oriente. Parece ser que a principios de 2017, Donald Trump demostró que esta teoría era cierta cuando envió “La madre de todas las bombas” a Afganistán, rompiendo así por primera vez su promesa de no intervenir en otros países para no crear guerras innecesarias. Sin embargo en comparación con los anteriores presidentes que tuvo Estados Unidos, Donald Trump ha sido el presidente que menos ataques ha hecho en la historia en décadas. El problema con esto es la fragilidad del momento, se viene hablando de una posible guerra mundial desde hace ya unos años, cuando comenzaron los ataques terroristas en Europa, especialmente el que sufrió Paris, se comenzó a rumorear que el nacionalismo recobraría vida para acabar con el globalismo que ha llevado a el occidente a respirar peligro. La llegada de Donald Trump al poder y en el Brexit fueron dos de las más influyentes señales de que el gusto político del ciudadano occidental estaba comenzando a cambiar. Pero parece que no bastaron estos cambios para frenar la guerra ya que hace poco Donald Trump envió un ataque a Siria con la premisa de que el gobierno de Assad estaba utilizando armas tóxicas con el pueblo Sirio. El gran problema con esta intervención proviene de las amenazas de Russia y la pronunciación de varias potencias mundiales como Corea del Norte, Reino Unido, China y Francia.
Se llegó a pensar que el campeonato mundial de fútbol sería cancelado una vez más a causa de una guerra como sucedió en 1942 y 1946 cuando a causa de la Segunda Guerra Mundial se canceló la emisión del torneo. Esta vez debido a que el torneo se celebraría en Russia se pensó que no se llevaría a cabo ya que Russia es uno de los principales protagonistas de la posible Tercera Guerra Mundial.
Ha bajado la marea últimamente, lo que quiere decir que por ahora, no habrá guerra. Pero nada nos asegura que Donald Trump y Vladimir Putin se seguirán quedando de brazos cruzados durante los próximos años.