¿Donde caben dos caben tres…o sobra la ONU?

Publicado el 09 septiembre 2015 por Polikracia @polikracia

La Guerra Civil en Siria  es un conflicto bélico en ese país, que enfrenta, al gobierno y a las Fuerzas Armadas de Siria, con diversos grupos rebeldes, incluidos el Estado islámico. Hoy se ha convertido en un conflicto más complejo y difícil de comprender, pero al inicio del mismo el principal objetivo de los rebeldes fue el intento de derrocar al gobierno y, en particular, sacar del poder al aún presidente Bashar Al-Asad.

En un principio el pueblo sirio se levantó contra el gobierno dirigido por Al-Asad debido a su corrupción y violencia. En respuesta y para su defensa ante la comunidad internacional, el gobierno aseguró que el conflicto no era una guerra civil del pueblo contra el presidente, sino una guerra del Estado de Siria contra el terrorismo.

Hoy vemos sin embargo que el principal beneficiado de esta situación, ha sido el Estado Islámico, el cual aprovechó el desorden para apoderarse de una parte de Siria y provocar la actual oleada de auténtico terror en el país. Hoy en día un gran número de ciudadanos sirios, ante la falta de esperanza y el incremento de la violencia, se ven obligados a abandonar el país y buscar refugio en otros estados tanto vecinos como del resto de Europa.

Lamentablemente muchos paises, entre ellos algunos de la Unión Europea se han sentido amenazados por el gran número de refugiados y han prohibido la entrada de estos o al menos han tratado de frenarla …pero realmente deben de ser estos países y la Union Europea quien se ocupe de la situación de los refugiados sirios? O más bien debería de ser la ONU?

La Organización de las Naciones Unidas, también conocida como la ONU, es, probablemente, la institución internacional más importante. Fue fundada al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en concreto, el 24 de Octubre de 1945 por 51 naciones y con el fin de promover la paz mundial. Miembros de la ONU son aquellos que acepten las obligaciones consignadas en “la Carta de las Naciones Unidas”, y que, a juicio de la misma Organización, estén capacitados para cumplir dichas obligaciones: a fecha de hoy son 193, es decir, todos los países oficiales independientes del mundo exceptuando el Vaticano y el estado Palestino, ambos considerados observadores.

Los diversos organismos administrativos, en concreto, la  Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y  Social, la Secretaría General, el Consejo de Administración Fiduciaria y la Corte Internacional de Justicia, formaran la estructura principal de la ONU. Cada uno de estos Consejos se rige por un programa establecido por todos sus miembros y cuenta con fondos para el desarrollo de las actividades que le conciernen, los cuales provienen del pago que cada Estado Miembro hace sobre las cuotas establecidas por el organismo. Como en la mayoría de las instituciones la ONU tiene un “jefe principal” conocido como el Secretario general. El actual  Secretario es, el ineficiente,  Ban Ki-moon, quien asumió el puesto el 1 de enero de 2007.

Como manifiesta la Carta de las Naciones Unidas, las razones de la existencia de la ONU son las siguientes:

–>Preservar a la humanidad de la guerra.
–>Reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre.
–>Crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el derecho internacional.
–>Promover el progreso social.

…y sus propósitos son los siguientes:

–>Mantener la paz y la seguridad internacional.
–>Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al   principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos
–>Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales.
–>Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar tales propósitos comunes.

Desde su sede en Nueva York, los miembros de la ONU y otros organismos vinculados a ella intentan encontrar soluciones diplomáticas a temas conflictivos de la actualidad pero lamentablemente, en numerosas ocasiones, esta tarea se complica por muchas razones, entre ellas la enorme complejidad de los procesos internos de la organizacion asi como las maniobras políticas de las potencias mundiales, lo que lleva a que los problemas no se resuelvan y vayan a peor como es el caso de Siria.

Según la declaración de la ONU los países miembros se comprometen con el deseo de resolver los conflictos humanos a través del diálogo, para poder evitar consecuencias terribles como las dos guerras mundiales y sin embargo posee un ejército propio ‘por si acaso’… (los cascos azules)

Cabe mencionar una interesante iniciativa que se dan que en algunos países, como EEUU,  realizando anualmente con  estudiantes el “Modelo de Naciones Unidas”. Consiste en un simulacro donde los jóvenes aprenden a debatir y presentar sus ideas frente a un grupo. Los estudiantes se dividen en grupos y cada uno representa a un país; deben investigar acerca de dicho lugar, sus costumbres, ideas y realizar propuestas para mejorar sus relaciones con el resto de los países. Durante las jornadas se dialoga y negocia en el comité de la ONU, representado con un Secretario General y un grupo mediador. Es una oportunidad donde los jóvenes pueden conocer acerca de otras culturas e identificarse con la situación de un determinado país; además puede enriquecer su arte de oratoria y prodigarle un conocimiento inolvidable en torno a las relaciones internacionales.

Como conclusión, en mi opinión, independientemente del origen, la religión y sin otros prejuicios, se debe prestar ayuda a quien la necesita. Sin embargo, los gastos y los problemas que supone tener a los refugiados es enorme y entiendo que algunos países hayan tenido que tomar ciertas actitudes restrictivas a falta de un plan adecuado. No soy yo quien puede dar la solución, pero creo que es hora de que la ONU se moje el culo y empiece a tomar medidas que mejoren y pacifiquen la situación, que se  respeten y se cumplan,  ya que sus miembros  se han comprometido  a ello. Creo que puede ser la hora perfecta para que la ONU demuestre quien es y así conseguir que la gente no pierda la esperanza en la institución.