Hace poco estuve en Miami, caminándola por todos lados y de una manera que no había planeado, terminé conociendo restaurantes interesantes en los que se come muy bien y a buenos precios. Una de las cosas que me gusta de esta ciudad es su oferta gastronómica, una que da para todos los gustos. Sigan leyendo, a ver cuál les provoca.
Cvi.che 105. Este lugar es de comida peruana y me gusta a primera vista. Está en pleno Downtown de Miami y apenas entro, siento que estoy en otro sitio. Es cómodo, desenfadado, casual. Quizá un poco ruidoso, pero poco importa cuando uno comienza a perderse dentro del menú que, de tan amplio, no sabes qué pedir. Fui a cenar y opté por un Ceviche llamado Orgía de mariscos (el nombre lo dice todo) y un Ají de gallina: pechuga de pollo desmechado, envuelto en crema de ají, leche y pan, acompañado de arroz y el vino tinto de la casa; un Merlot que sabe a gloria. No dejen de pedir uno de los especiales del restaurante, esos rolls que se ven en la foto y cuyo nombre no me acuerdo, pero que no tiene desperdicio. Me quedé con las ganas de volver. Pueden conocer más si hacen click AQUÍ.
The Cheesecake Factory. ¿Qué tal les suena esto? Camarones salteados con hierbas, limón y ajo, con pasta cabello de ángel, tomate y albahaca fresca. Rico, ¿no? Este sitio para mí es como una parada obligada que se tiene que hacer en buena compañía. Pedir platos para compartir y sobre todo el postre que, en esta ocasión, fue una torta de queso de Tiramisú. Sin palabras. Lo que me gusta de aquí es que el menú se adapta a todo: ensaladas, sandwiches, pastas, carnes, aves, pescados, etc. Nunca he visto un Cheesecake Factory vacío; siempre toca esperar así sea cinco minutos y yo espero, muy complacida. Mira el menú AQUÍ.
Rosinella Italian Trattoria. Entrar aquí da la impresión de estar en la sala de la casa, de algún tío italiano que tienes tiempo que no ves, pero que te recibe con una comida caliente y un buen vino para ponerse a conversar de cualquier cosa. Tenía muchos años sin comer Lasagna y la de este lugar es tan sencilla, como deliciosa (y económica). Es fácil viajar a través de los sabores. Puedes ver un poco más AQUÍ.
100 Montaditos. Este concepto es conocidísimo en España y fue allá donde lo conocí. Ahora está en Miami, causando un poco de curiosidad. Sandwiches chiquiticos, pero muy bien preparados que se pasean por distintos sabores y que cuestan entre 1$ y 1,50$ perfectos para resolver si el día va muy agitado o si se va con ganas de conversar, sin comer demasiado. La cerveza es otro de los atractivos; bueno, es que realmente es una cervecería. Ofrecen combos faciles de elegir, para no pensar mucho entre las 100 opciones que brinda el menú. Mira AQUÍ.
P.F. Chang’s. Un restaurante de comida china que nos invita a exagerar un poco y pedir mucho. Si la mesa se llena de platos, mejor. Tienen una opción en el menú para dos personas, por un precio bastante razonable, que permite elegir dos sopas, una entrada, dos platos principales y postre. A eso agrégale algún arroz y listo. Es bueno preguntar por las promociones, porque parece que siempre hay alguna y hasta tienen un Happy Hour. Rico, muy rico. Da un vistazo AQUÍ.
Lime Fresh Mexican Grill. Los colores verde y naranja del lugar me gustan; me hacen sentir que la comida estará caliente y jugosa. Cosas mías. Cuando estoy aquí me doy cuenta que me encanta eso de revisar el menú, pagar de una vez y sentarme, pero sin sentir que es un lugar de comida rápida. Aquí se esmeran en atenderte. Me gusta también la presentación de los platos y las porciones son bastantes generosas: los burritos gigantes, las ensaladas abudantes y las quesadillas de carne y pollo… ¡uffff! Más AQUÍ.
Pizza Rústica. Como si ya no fuese exageración el tamaño de la pizza y todos los ingredientes, uno se arriesga a pedir una para cada uno, con la excusa de compartir. Hay varios de estos restaurantes en Miami y yo conocí el que está en Lincoln Road. Estar en el medio de esa calle, bajo un toldo amarillo, viendo a la gente pasar, conversando y comiendo una pizza que es una explosión de sabores, es una maravilla. El menú es larguísimo y cuesta decidirse. Confieso que ese día escogí la pizza, colocando el dedo al azar y no me decepcionó: hasta alcachofas tenía. Una delicia. Saboréense AQUÍ.
Casablanca Seafood Bar & Grill. Pidan una mesa en la terraza, que da hacia el río de Miami. Y ya sentados, abran espacio para el desfile de platos: ostras, sopa de mariscos, tiraditos, calamares al grill y cualquier otra cosa que salte del menú; porque todo provoca pedirlo. Este lugar es amplio y justo al lado tienen su pescadería, desde la que se pueden llevar a casa todo muy fresquito. Y anoten este dato: de lunes a viernes, de 3pm a 7pm, pueden comer todas las otras que quieran ¡gratis! No dejen de pasar por AQUÍ.
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