Si hay algo que te pueda pasar mejor en Marruecos que tener el lujo de ser hospedado por una familia local, esto es que en la familia haya muchos hermanos varones.
Y es que, aunque los que me seguís, mucho me habéis oído (leído) criticar al género masculino de los países donde el macho aún quiere ser (y es) el género dominante, también voy a relatar en este post de hoy las virtudes de estos hombres. Durante mis siete meses por Marruecos tuve la oportunidad de vivir con diversas familias locales y os digo que, a pesar de que todas me trataron estupendamente, donde más princesa fui, fue en dos de ellas en las que los hijos eran chicos.
Coincidió que dos de las familias con las que conviví, tenían cada una cinco hijos varones (que oscilaban entre edades de 12 y 33 años). Y resulta que los hombres marroquíes son tremendamente detallistas y atentos. Y aclaro necesariamente qu no era para ‘cortejarme’, sino que es parte de su cultura comportarse así.
Quiero aclarar lo de que no era para ‘cortejarme’ porque, a diferencia de todo lo que me he quejado del acoso constante sufrido cuando iba de viaje sola por Marruecos o cuando salía a pasear, en el momento que estás ‘dentro de una familia’ y te conocen, los hombres te respetan mucho y también los vecinos del pueblo o barrio (si alguno se atreviera a decirte algo, sería reprochado por tu anfitrión al instante).
Pero el caso es que, si la madre no estaba en casa, nada más levantarme, no pasaría ni un segundo sin que alguno de los hermanos me preparase un buen desayuno o cada vez que salían a hacer recados, si yo estaba en casa trabajando, siempre volvían con algún regalito, como una chocolatina, un yogur o un flash de limón (me encantan los flashes de limón). Y luego está el hecho de que simplemente necesitas comentar que te apetece algo, aunque no lo hagas para obtenerlo, simplemente por comentar (por ejemplo, ‘a ver si me corto el pelo’ o ‘más tarde voy a comprar crédito para el móvil’ o ‘qué gana de unas pipas’), y acto seguido alguno de los hermanos, si puede, hará realidad esa petición. Lo dicho, como una princesa.. Además de que no les cuesta nada decirte cosas bonitas constantemente (aunque lo de piropear y decir cosas bonitas es algo que hacen mucho tanto los hombres como las mujeres).
También tengo que decir que en Europa Occidental, con el rollo de que las mujeres somos independientes y así lo queremos, los hombres a veces no es que no sean caballerosos, que vale así, es que son hasta demasiado pasotas y a veces yo digo que hasta maleducados. Yo soy una persona atenta, con hombres y con mujeres, y eso espero de los demás. Pero a veces los europeos, parece que les cuesta decir cosas bonitas a las chicas por que sí o simplemente tener detalles como si eso les hiciera perder su terreno. En Marruecos y en los Balcanes es al contrario. Prueba a sacarte un cigarro, como en la foto, en alguno de estos países y acto seguido tendrás alguien o varios que te ofrezcan fuego. A esas cosas yo les he cogido un poco el gustillo con el tiempo.
De hecho, como es muy difícil opinar de nuestra propia cultura, no voy a entrar en detalles de cómo son los chicos españoles, porque ni sabría decir. Pero voy a comentar una opinión que muchísimos de mis amigos comparten, entrando en temas de relaciones más íntimas, y es que les horroriza cuando se acuestan con una tía y esta se quiere quedar a dormir con ellos….. y ya lo peor es cuando la chica quiere abrazarse. ¿Estamos locos o qué? Pero qué frío me parece eso. ¿Dónde quedó el romanticismo, aunque sólo sea de cuatro horas? No me imagino a ninguno de mis amigos marroquíes comentando algo similar, ni mucho menos. Esto era algo que me intrigaba y pregunté a los amigos con los que tengo confianza de Marruecos para hablar de diversos temas y no opinan lo mismo. Aunque igual me atrevería a decir que, por lo que he podido ver, ellos tienen amor para todas las que puedan. Pero al menos, colman de atenciones a cada una, que algo es algo, oye. Eso en Macedonia, es obvio ver que también es así, después de observar dos días a tus colegas ligotear con las féminas de una discoteca.
Lógicamente, luego está eso que dicen que ya con el tiempo y con la llega del matrimonio las cosas cambian. No tengo pensado renunciar a mi soltería para realizar tal estudio antropológico y no estoy tan comprometida con este blog, para ser honesta.
Todo este tema puede llevar a una larguísima discusión interminable y mucho más profunda. Esto es sólo un post superficial de ciertas impresiones. Y no pretendo ofender a nadie. Todos los comentarios son una mezcla de sarcasmo y de realidad. Pero abierto a opiniones.