Porque el pecado hace que te escondas; el pecado no te deja ver la luz que es Cristo, el pecado te roba la paz, te infunde temor, te culpa y te señala… La verdad nos dejará frio, no por haber escuchado Su voz en nuestra alma, sino porque como Adan y Eva nos sentiremos completamente desnudos en su Presencia. Todas las cosas se ven, no hay nada oculto, aun esas que creimos que nadie sabía, de pronto saldran a la luz de todos. Tantos años perdidos, tapando “nuestros pecados” y fallas, de pronto estaban descubiertas.
Cuesta mucho tiempo asimilar que cada vez que hacemos “algo malo”, lo hacemos en Su Presencia, y delante de millones de ojos…aunque no los veamos. Podemos mirar alrededor y no ver a nadie, pero eso no es cierto. Todo se está escribiendo en un libro, para ser usado después.
Donde estás?, no hay manera de ocultarlo!, Él lo sabe todo. No hay nada que hacer, sino pedir perdon y volver nuestros ojos a Él. En nuestro interior sabremos muy bien que “donde estaba”, era el lugar menos indicado, y la verdad muchas veces no podremos salir. Extendamos nuestros brazos y pidamosle su ayuda para salir, para que restaure nuestra vida y que Él sea el centro de ella, para nunca más caer en ese “horroroso” lugar.
DONDE ESTÁS TU?, solo tu sabes la respuesta. Realmente estás solo cuando crees que lo estás?, pues no es así…