Siempre he pensado que donde hay una mercería, hay vida de barrio. Ahora además estas tiendas me parecen un tesoro no sólo por lo difícil que resulta encontrarlas sino porque quedan pocas personas con el conocimiento necesario para regentarlas ya que además las mujeres le damos cada vez menos a la aguja. Y por favor, sobra decir que ellos también pueden coser, pero los botones los seguimos cosiendo nosotras ¿o no? Y cuando la cosa se complica, pasamos la tarea a la abuela ¿o sí?
La mercería San Miguel de la calle Hernani, 16, en Tetuán, es la típica mercería de barrio que lleva toda la vida vendiendo, lo cual se aprecia en el local, inmutable, con su mostrador de madera, abarrotado, igual que el escaparate. Además de artículos de mercería y lencería, venden uniformes de colegio, tienen continuamente ofertas, y si algo no lo encuentras, encárgalo que te lo traen. El mercado de Maravillas está a un paso, así que, tienen todo tipo de clientas, las de toda la vida y las de ahora, jóvenes y menos, por lo que si digo que hay de todo es porque además su clientela es de lo más variada.
Otra joyita al otro lado de Tetúan es El botón de Oro, en la calle Juan de Austria, 33, en pleno barrio de Iglesia, en Chamberí. Esta mercería es una maravilla que no sé si estará en las guías turísticas ya que se conserva intacta, con frescos en paredes y techos, y cajones de madera que llegan hasta arriba donde guardan hilos, botones -muchos botones-, broches antiguos, abalorios, collares… Es todo un clásico que afortunadamente, cansados de tanto estilismo moderno, ha conseguido sobrevivir con su decorado vetusto tan castizo gracias a la calidad y cantidad de todo lo que El botón de Oro sigue vendiendo. Ojalá que por mucho tiempo. Y una recién llegada al negocio: este año en la calle Santa Engracia, 173 -a dos pasos de Cuatro Caminos y a la vuelta del colegio de los niños, El Porvenir- justo donde antes se encontraba la colchonería Chicharro –legendaria en la zona- han inaugurado una nueva mercería llamada La Mercería de Chamberí con pinta de estar bastante surtida por lo que he podido comprobar. Ojalá dure tanto como las otras dos veteranas. ¡A su salud!