¿dónde hubo genocidio, en hispanoamérica o en angloamérica?

Publicado el 27 enero 2022 por Carlosdelriego
Los soldados estadounidenses posan ante los montones de cadáveres de indios tras la matanza de Wounded Knee

Sigue en América la guerra contra las estatuas de los descubridores como si al derribarlas se consumara la venganza o como si así se modificara la Historia. Además, hay gobiernos americanos que exigen periódicamente compensaciones económicas a España por hechos y sucesos de hace quinientos años, unas exigencias que tienen como único fin desviar la atención de los verdaderos problemas a que se enfrentan esos gobiernos. Sin embargo, los datos demográficos demuestran que no fueron los españoles los que exterminaron a los amerindios

La efigie de Ponce de León ha sido derribada en Puerto Rico (I-22), mientras que los presidentes de Venezuela, México y otros sacan de vez en cuando la herramienta de que “España es la culpable de todo y debe pedir perdón y pagar por la Conquista y por la muerte de los indios”. Y aun hay gente a ambos lados del océano que, contra toda evidencia, se tragan tanto la patraña como el anacronismo histórico. ¿Será necesario repetir que la conquista de los imperios Inca y Mexica fue protagonizada por indios y que los ejércitos de Pizarro y Cortés nunca tuvieron más del diez por cien de españoles?

Basta comparar la demografía actual de los países hispanoamericanos con la de los que están al norte de México para dejar en evidencia quién cometió genocidio. Según los datos más actuales, en Estados Unidos menos de un uno por cien de su población es indígena o mestiza; en Canadá el dato mejora ligeramente con un cuatro por cien. Poco, muy poco comparado con la población de Honduras, que cuenta con un 96% de indios o mestizos; o con el 92% de Ecuador, el 88% de Bolivia, el 85% de México y Perú (sedes de los imperios azteca e inca) o el 82% de indígenas y mestizos de Nicaragua o Guatemala; en Estados Unidos el matrimonio mixto estuvo prohibido por ley hasta los años sesenta del siglo XX. Con estos datos queda claro dónde hubo y dónde no hubo genocidio.

No será preciso tampoco recordar cómo Inglaterra primero y EE UU después promovieron, financiaron y ejecutaron diversos planes para acabar con todos los indios; y no sólo mediante la persecución directa, sino que utilizaron métodos como los contagios deliberados de enfermedades, como cuando, en 1837, regalaron a diversas tribus mantas contaminadas con gérmenes de la viruela, enfermedad que acabó con no menos de 100.000 amerindios del norte.

Pero también utilizaron los estadounidenses los métodos más ‘tradicionales’ para el exterminio de las poblaciones autóctonas. Es sabido que en batallas tan famosas como ‘Wounded Knee’ (1890) el ejército de la Unión disparó sus más potentes cañones contra población civil desarmada (niños, mujeres, ancianos) tras acabar con todos los guerreros. También se utilizó la matanza de búfalos para acabar con la principal fuente de alimentación y recursos de los indios; por ejemplo, el general Sheridan diseñó un plan para, en 1872-73, exterminar a más de tres millones y medio de búfalos, con lo que condenó a morir de hambre a cientos de miles de personas. No se puede olvidar la ‘Ley para el gobierno y protección de los indios’ (1850), que permitía esclavizar a los indios y vender a los niños y jóvenes; hay que tener en cuenta que los indígenas no eran considerados seres humanos, por lo que matarlos no constituía asesinato: “matar al indio es salvar al hombre” decía la propaganda gubernamental estadounidense.

La Corona Española jamás pretendió ni aspiró a la eliminación de la población autóctona para quedarse con toda la tierra, algo que sí hicieron otras potencias conquistadoras, sobre todo Inglaterra. España siempre quiso organizar socialmente, legalmente, administrativamente los territorios americanos siguiendo su propia organización, legisló para proteger a los indígenas, se preocupó por su educación (construyendo colegios y universidades antes de que acabara el siglo de la conquista) y por su evangelización (hay que ponerse en la época para comprender lo importante que era eso entonces); siempre trasladó a las tierras americanas todos los avances en legislación, ciencia, tecnología o pensamiento, y siempre trató de proporcionar a aquellas tierras vías de comunicación, ciudades e infraestructuras de modo idéntico a como se hacía en la metrópoli. Y para todo ello se utilizaron las riquezas autóctonas, es decir, la mayor parte del oro y plata extraída en los años de presencia española en Hispanoamérica se quedó allí y sufragó aquellos gastos.

Quienes llevaron a cabo la emancipación fueron criollos, hijos y nietos de españoles pero nacidos en América, que lo único que pretendían era repartirse los territorios entre las familias criollas más poderosas. Y para realizar tal empresa jamás contaron con los indios, a los que consideraban ‘un lastre’.

Evidentemente EEUU consiguió su propósito, que era borrar la presencia de los nativos en su territorio, pues hoy día su número es residual, testimonial. De hecho, cuando fueron juzgados, algunos nazis se inspiraron en ese genocidio para llevar a cabo el suyo, pues vieron que era posible… Los números de indígenas y mestizos hoy demuestran sin lugar a dudas la diferencia entre la actuación española y la de otros.

CARLOS DEL RIEGO