FICHA TÉCNICA
EDITORIAL: SM
FECHA PUBLICACIÓN: Octubre 2011
FORMATO: Papel, tapa blanda
Nº PÁGINAS: 480
ISBN: 9788467550030
SINOPSIS
Viana, la única hija del duque de Rocagrís, está prometida al joven Robian de Castelmar desde que ambos eran niños. Los dos se aman y se casarán en primavera. Sin embargo, durante los festejos del solsticio de invierno, un arisco montaraz advierte al rey de Nortia y sus caballeros de la amenaza de los bárbaros de las estepas y tanto Robian como el duque se ven obligados a marchar a la guerra. En tales circunstancias, una doncella como Viana no puede hacer otra cosa que esperar su regreso y, tal vez, prestar atención a las leyendas que se cuentan sobre el Gran Bosque, el lugar donde los árboles cantan
Algunas historias se escuchan... otras se viven.
Este ha sido uno de mis libros pendientes desde hace mucho. Recuerdo que me llamó la atención el enigmático título, pero esa mirada, esa invitación a acompañar a la protagonista era irresistible. Sin embargo, el libro tenía una pega: era de una autora española y por aquella época (¡oh, pecado mortal!), yo solo leía literatura extranjera. Menos mal que eso ha cambiado.
Donde los árboles cantan nos transporta a la época medieval, con doncellas, caballeros y castillos. Aunque, como ya es costumbre en Laura Gallego, la historia es totalmente diferente a lo que estamos habituados.
La historia comienza en el castillo del rey de Nortia, durante la celebración del solsticio de invierno. Allí acuden todos los caballeros de la corte, incluidos Viana y su padre, el duque de Rocagrís, y Robian, el prometido de la joven. Ambos se miran con complicidad, soñando con el maravilloso futuro que tienen por delante. Pero, en plena festividad, un montaraz interrumpe en la corte para informar de que los bárbaros del norte se disponen a atacar el reino en pleno invierno. Como lo normal es iniciar las batallas en primavera, todos se ríen de él. Pero resulta que el montaraz, al que llaman Lobo, tiene razón y los hombres se ven inmersos en la batalla sin apenas darse cuenta. Por desgracia, son derrotados, la mayoría mueren y los bárbaros invaden el reino. El nuevo gobernante hace llamar a todas las doncellas sin imaginar que lo que les espera allí es espeluznante. Pero Viana, a pesar de que su mundo se ha venido abajo, no se rinde y lucha para recuperar sus posesiones y su vida. Para ello contará con la ayuda de Lobo, que le enseña a sobrevivir y a luchar.
Mi primera impresión con la novela es que tiene muchos elementos previsibles, sobretodo en la primera parte, que es más introductoria. Claro, hay que pensar que está escrita para una edad mínima de doce años. Pero la segunda parte, la que se centra en la historia de Uri y el bosque, está llena de sorpresas y giros argumentales y fue la que realmente me atrapó.
De hecho, esta no es la típica historia de caballerías donde caballero con armadura rescata a refinada doncella, no. En Donde los árboles cantan las mujeres adquieren gran parte del protagonismo. Y esto se ve claramente en los personajes.
Viana es la típica doncella fina y remilgada, educada en las costumbres de la corte. Pero sufre un cambio radical después de la invasión, tanto a nivel físico como de personalidad. Tras ese carácter delicado, aparece una chica fuerte, valiente y muy cabezota, tanto que a veces toma decisiones por impulso, con buena intención pero con consecuencias terribles para los demás. A veces no sabes si simpatizas con ella o le tienes manía.
Los personajes secundarios también tiene peso en el relato. Por ejemplo, Dorea, la mujer que cuida de Viana desde que era pequeña, hará todo lo posible para protegerla; o la soñadora e idealista Belicia, la mejor amiga de Viana y a la que le ocurre algo totalmente inesperado,
En cuanto a los personajes masculinos, destacan Robian, al que dejo que vosotros juzguéis, Lobo y Uri. Lobo se convierte el maestro de Viana. Le enseña a valerse por sí misma, a cazar y a luchar. Sus historias sobre cómo perdió la oreja son geniales y, hasta el final, no sabes si ocurrió de verdad o son solo cuentos que se inventa para disciplinar a Viana.
Pero, sin duda, el personaje que te roba el corazón es Uri. Su inocencia y su dulzura te atrapan desde el principio. Su pelo verde y el lugar de donde procede es lo que le da el toque mágico a la historia. Y es el personaje que más cambios sufre, literalmente.
Uno de los puntos fuertes de Donde los árboles cantan es la ambientación. Laura Gallego te adentra en el mundo medieval gracias a los ricos detalles y descripciones. No cuesta nada imaginarse las ropas, los peinados, la decoración de mansiones y castillos, el bosque (en algún momento me ha recordado al bosque de Sherwood, de Robin Hood)... A medida que lees tienes la sensación de estar dentro de cada escenario.
Además, construye un halo de misterio alrededor de las leyendas del Gran Bosque que no se desvelan hasta que estás bastante adelantado en la lectura.
Y no hay que olvidar la intriga y los giros sorprendentes de la trama en las que no falta la acción.
Donde los árboles cantan es una lectura amena y rápida, llena de tópicos pero también de secretos que no se desvelan hasta el final. Una historia de superación, amor y valentía con un desenlace emotivo e inolvidable. Para mí, lo mejor de la novela.