La reserva de Cairngorm es el único lugar de Escocia donde se puede disfrutar todo el año de la compañía de los animales favoritos de Santa Claus. Un paseo de 15-20 minutos es todo lo que se necesita para poder acariciar sus peludos hocicos mientras expertos cuidadores nos cuentan la historia y los nombres de cada uno, qué comen, cómo se le forman las astas, cómo es su vida diaria, etc.
El precio es de 12 libras por persona, una más si se quiere llevar uno de sus portabebés a la espalda. No está mal para una experiencia irrepetible.