Donizetti que se había convertido, tras el fallecimiento de Bellini y el retiro voluntario de Rossini, en el rey de la ópera en París, obtuvo muchísimo éxito en Viena con el estreno de
Linda di Chamounix en mayo de 1842, hasta el punto que el emperador de Austria lo nombró maestro de capilla y compositor de la corte; se había ganado unas buenas vacaciones de verano, tras ellas regresó a París a finales de septiembre poniéndose a trabajar en varios proyectos, pero ninguno terminaba de cuajar hasta que Jules Janin, antiguo director del Thèâtre des Italiens, le sugirió la composición de una ópera bufa en italiano para este teatro, Donizetti accedió encantado y firmó, el 27 de septiembre, un contrato con el Théâtre des Italiens para estrenar una ópera bufa durante la temporada 1842-1843. Corre el rumor de que tardó diez días en tener concluida la ópera, el propio Donizetti lo originó en una carta dirigida a su cuñado Antonio Vasselli, lo cierto es que parece ser que tardó algo más, tampoco penséis que mucho más, el 28 de noviembre de 1842 comenzaron los ensayos de Don Pasquale en el Théâte des Italiens, pero no sin problemas: primero los músicos que no estaban muy conformes con la partitura, después los cantantes que mostraron problemas con el vestuario y con los decorados del siglo XIX, a los que habría que añadir las peleas o rencillas basadas en los celos que existieron entre estos divos encargados del estreno. Al final la ópera se estrenó el 3 de enero de 1843 bajo la dirección del propio compositor, el éxito fue uno de los más sonados de la época, hasta el punto de que se tuvieron que repetir varios números de la obra, los problemas con músicos e intérpretes se volatilizaron. Aparte de la calidad de la creación donizettiana parte del éxito obtenido fue mérito de los grandes cantantes que participaban, vamos a repasarlos. Pero antes de nada quisiera hacer una puntualización, se ponen ejemplos, pero éstos deben interpretarse como curiosidades, cada voz es irrepetible y buscar paralelismos entre voces registradas y otras previas a la historia de la música grabada es realmente absurdo, aunque como juego puede ser divertido o curioso, y por eso lo hago.Del papel de Norina se encargó la soprano GIULIA GRISI, esta guapa milanesa de treinta y un años fue una de las cantantes de más prestigio del XIX, pertenecía a una familia dedicada al canto que, sin duda, se sorprendió cuando aquella niña con problemas de ronquera crónicos terminó debutando como contralto, y con aclamación del público, en una ópera de Rossini a los 16 años de edad. Con 19 años ya estaba cantando en La Scala. Allí estrenó el papel de Adalgisa, junto a Giuditta Pasta en el papel titular, en la Norma de Bellini. Era difícil competir con la Pasta en Milán así que decidió marchar a París debutando en el Théätre des Italiens con Semiramide de Rossini, ni que decir tiene que el éxito fue enorme, cantó en este teatro durante 16 temporadas consecutivas, no volvería a cantar en Italia nunca más. En el teatro parisino estrenó el papel de Elvira en I Puritani de Bellini en 1835 y el de Norina en Don Pasquale en 1843. También cantó en Londres, San Petersburgo, Berlín, Madrid (en una ocasión, con Norma, siendo recibida con frialdad) y varias ciudades de la costa este de Estados Unidos. Fueron famosas, además de las citadas, sus interpretaciones de Lucrecia Borgia, Norma, Anna Bolena, Angelina (La cenerentola), Rosina (El barbero de Sevilla), Donna Anna (Don Giovanni), Pamina (La flauta mágica), Desdémona (Otello de Rossini). De su voz nos tenemos que creer lo que dicen las crónicas de la época, parece ser que su timbre era muy bello, suave y homogéneo, manejado con sabiduría (alguien llegó a decir que sus interpretaciones, dada su precisión, carecían de emoción en relación a otras cantantes menos previsibles, lo cual puede entenderse como una crítica y también como un alago) , alternó papeles de soprano y de mezzosoprano/contralto (todo indica que estamos ante una soprano dramática), algunos, Manuel Vicente García entre ellos, la acusaron de no tener el trino y de no ser una verdadera artista sino una imitadora de la Pasta (acusación vertida por Pauline Viardot, enemiga declarada de la soprano y que se fundamenta también en unas palabras atribuidas a la propia Grisi respecto a la Pasta: «Io la rubava ascoltandola, » ).
Una soprano que cantó Donna Anna y destacó en sus interpretaciones belcantistas, como la Grisi, es Leyla Gencer:
Algunos han querido encontrar paralelismos entre la voz de la Grisi y la de Montserrat Caballé, sobre todo por la belleza vocal y la ausencia de trinos, ambas fueron destacadas intérpretes del papel de Norma entre las sopranos de su generación, y ambas cantaron el papel de Adalgisa, la Grisi lo estrenó en Milán (con la Pasta como Norma), y Caballé lo grabó en disco (con Joan Sutherland como protagonista), nosotros escucharemos ahora a la soprano catalana en la escena final de Norma en aquella mágica función de Orange que tuvo lugar en 1974:
Difícil me ha sido decidirme por un tenor, que si Gedda, que si Kraus, Schippa, Pavarotti, Vargas o Merritt, al final me he ido muy atrás en el tiempo y he decidido optar por Alessandro Bonci, un tenor lírico que, como los citados, coincidió en gran parte del repertorio con Mario, pensemos en cómo sería la voz de Bonci si en una pésima grabación de 1905 suena como suena, eso sí, con un vibrato muy estrecho, que a mí no me molesta:
Y de propina lo escuchamos como Almaviva:
De las tres canciones compuestas por Schubert para Lablache vamos a escuchar la primera, "L'incanto degli occhi", interpretada por Simon Keenlyside:
Pero alguien pensará en que Lablache era bajo y Keenlyside es barítono, así que escucharemos a un bajo, Samuel Ramey, en un papel estrenado por el bajo napolitano, será el aria "Deh! ti ferma ... Que' numi furenti" de Assur (Semiramide):
Escucharemos el aria de Riccardo en I Puritani, "Ah! Per sempre io ti perdei" por Giorgio Zancanaro: