Donosti Surfilm

Publicado el 01 julio 2010 por Surfinwords
No he muerto, he estado de exámenes (y después de farra, que me lo merecía joder). Pero vuelvo con las energías renovadas, con las ideas alteradas y con la agenda de eventos surferos echando humo. Sin ir más lejos, este fin de semana, Bakio, la segunda mejor caleta de Euskadi, después de Barrika (está claro), acoge la cuarta prueba del circuito Ikastxiki, puntuable para el Gromsearch. No cabe destacar ya que la calidad de los más pequeños aumenta cada temporada por lo que este fin de semana promete ser una gran fiesta surfera. Pero no es eso de lo que os quería hablar.

Imagen sacada de la película Modern Collective

Donosti Surfilm. Carezco de palabras para este evento pero intentearé encontrarlas. Sublime, risas, cerveza, surf y kayak. Es el mejor resumen que puedo realizar de mi corto fin de semana en la capital gipuzkoana. Llegaba al surfilm con la espina clavada por haberme perdido el estreno de la película de Kelly Slater en 3D (malditos exámenes estivales) pero el sábado ya saldé mis ansias de buen cine. Lost Prophets me ganó con su guiño al surf relajado y largo  mientras que Modern Colletive obtuvo los aplausos de la sala por todo lo contrario. Maniobras imposibles acompañadas de música guitarrera hacían las delicias de los espectadores y pude notar un escalofrío de imposibilidad. Esos surfistas no son humanos, todas las tomas estaban hechas a plastilina, a mí no me engañaron.

Pero la fiesta la he dejado para un párrafo a parte. Intentamos por todos los medios encontrar la sala de la fiesta pero tuvimos que desistir. Lo bueno es que cuando dos mujeres viajan a una cuidad desconocida, lo primero que encuentran son hombres que se ofrecen a acompañarlas en el sendero de su viaje. Pues bien, la tradición no falló y en seguida encontramos compañeros de farra. Bailes y cerveza se entremezclaron con promesas de encontrarnos en el mar. Pactos que conseguimos realizar, sin embargo, los problemas de resaca y el cansancio acumulado impidieron que pudieramos probar el quiver plagado de extrañezas con el que nos premió la organización del evento.

A pesar de que en el camino de regresoa casa los párpados se entrejuntaban, en nuestra cara se vislumbraba una sonrisa y en nuestra mente un único deseo: volver el año que viene.