Donostia / San Sebastián. Monte Igeldo, Gros y Egia

Por Gabriel Fernández Muñoz

Bahía de La Concha desde Monte Igeldo


Continuamos descubriendo Donostia / San Sebastián, paseamos por la Concha hasta llegar al Palacio Miramar, fue construido en 1893 por José Goicoa. Se encuentra situado frente a la bahía de La Concha, desde este lugar encontramos una de las más espectaculares vistas de la ciudad. En tiempos de Isabel II, hacia mediados del siglo XIX, comenzó a veranear en la ciudad con el fin de poder bañarse en las aguas del mar Cantábrico. Desde esta época se estableció un vínculo con la ciudad que sería fortalecido por la reina María Cristina, esposa de Alfonso XII, cuando, tras enviudar, trasladó los veraneos de la Corte a San Sebastián, decisión que condicionó de forma definitiva el futuro turístico de la ciudad. Las visitas veraniegas de la familia real requerían de una Real Casa de Campo, que la reina María Cristina encargó al arquitecto inglés Selden Wornum. El palacio de Miramar es de estilo puramente inglés y presenta ciertos elementos decorativos neogóticos.

Palacio Miramar


Vistas de la Bahía desde el Palacio Miramar


Después de admirar las impresionantes vistas desde el Palacio Miramar continuamos el paseo en busca del Peine del Viento, en el extremo occidental de la Bahía, una obra maestra del genial escultor Eduardo Chillida (1924 - 2002), se trata de un grupo escultórico que consta de tres grandes piezas de hierro incrustadas en la roca al nivel del mar. Se encuentran en un lugar en el cual el viento y las olas azotan las rocas, el arte y la naturaleza se funden haciendo que las esculturas parezcan emerger de las rocas. Un lugar verdaderamente espectacular e indispensable en un paseo por la bahía de la concha.

Peine del Viento


A lo largo de nuestro paseo comenzamos en la Playa de Zurriola a los pies del Kursaal, la Playa de la Concha con un bonito paseo donde ver el atardecer, y donde se encuentra la Plaza Cervantes, con una curiosa estatua de Don Quijote y Sancho Panza, hasta llegar a la Playa de Ondarreta que finaliza en el Peine del Viento a los pies del Monte Igeldo, nuestro próximo objetivo. Para subir utilizamos el Funicular que nos dejó en el pequeño parque de atracciones construido en 1911, que se encuentra en la cima del monte, un lugar de esparcimiento con unas impresionantes vistas de la Bahía de la Concha por un lado y el Cantábrico por otro. Tras un paseo por el lugar y probar alguna que otra de sus atracciones, decidimos (con buen criterio) bajar caminando por una senda que sale tras pasar Donostia Aventura, que nos llevó de nuevo a la Playa de Ondarreta.

Funicular al Monte Igeldo


Playa de Ondarreta y Monte Igeldo


De nuevo en la ciudad, no quiero dejar de mencionar dos barrios muy interesantes en la ciudad, el Barrio de Egia, donde nos quedamos, en el cual se fusiona la cultura y la naturaleza, por un lado encontramos Tabakalera, que fue un símbolo de la Belle Epoque, la antigua fábrica de tabaco hoy día es un Centro Internacional de Cultura Contemporánea, donde ver espectáculos de teatro, danza, música o cine. Por otra parte podemos pasearnos por el Parque Cristina Enea, es el parque más grande de la ciudad, cercano a la estación del Norte, fue construido en 1890. Una de las zonas verdes más emblemáticas de la ciudad que un día perteneció al Duque de Mandas. De estilo vasco, el palacio Cristina Enea fue en su día hogar de los Duques de Mandas. Hoy, alberga el centro medioambiental de Cristina Enea y acoge numerosas exposiciones.

Parque Cristina Enea


Edificio de Tabakalera

Por otra parte está el Barrio del Gros, que se extiende entre el Kursaal y el Monte Ulia, se trata de un barrio cosmopolita, dinámico y joven se ha convertido en uno de los barrios más animados de la ciudad, gracias a sus numerosos bares de pintxos y terrazas entre los que destaco la Calle Zabaleta y en ella el Bar Zabaleta donde además de una carta variada de pintxos y todos muy buenos, destacamos el de tortilla, muy buenos, es más volvimos una y otra vez a este lugar que recomiendo. En el otro extremo del barrio, se encuentra el Monte Ulia, uno de los tres pulmones de San Sebastián. Caminar por sus senderos en medio del bosque y bordear los acantilados es una experiencia que no te imaginas vivir en una ciudad. Nosotros hicimos una de las rutas más bonitas que se pueden hacer partiendo de Donostia y llegando a Pasaia, a la cual dedicaré una entrada en este blog.

Playa de Zurriola desde el Monte Ulia


Seguramente se han dejado atrás muchos lugares interesantes de esta maravillosa ciudad que nos sorprendió y que en los pocos días que estuvimos no se puede ver todo lo que desearíamos, sin duda algún día volveremos. Pero estas dos entradas sirven para dar pistas por donde moverse en Donostia / San Sebastián.