Por Ulises Harada
Pocos jugadores han tenido logros más ejemplares que hacer que sus propios fans se traguen los abucheos que le dieron. Donovan McNabb pudo no haber sido el tipo más ganador, con más récords o incluso con más carisma, pero fue el QB que los Eagles (y Andy Reid) necesitaban para convertirse en un equipo respetable y contendiente año tras año.
El día de hoy McNabb anunció su retiro oficial de la NFL (Aunque tenía más de un año que no se equipaba) y los Eagles, de forma correcta, decidieron retirar el número 5 de una franquicia que a pesar de que no tiene un título desde 1960, tiene a una de las aficiones más apasionadas y conflictivas en toda la liga.
Al inicio de su carrera McNabb era un QB móvil que podía hacer daño tanto con el cañón de brazo que tenía como con sus piernas. McNabb era un jugador muy difícil de derribar y si no pueden preguntarle a los Redskins, los Cowboys y los Giants. Desafortunadamente para McNabb, al principio de su carrera la ofensiva que tenía alrededor era menos que espectacular. Fuera de Deuce Staley y una sólida línea ofensiva, sus receptores eran mediocres (y eso por ponerlo bien).
A pesar de eso McNabb tiene varias grandes jugadas en su haber. La primera sin duda fue en los playoffs de la temporada 2002, cuando enfrentó a los Packers. En el último cuarto iban perdiendo por tres puntos y con menos de dos minutos para terminarse el partido. En cuarta y 26 McNabb lanzó un pase perfecto a Todd Pinkston para lograr el primero y diez, empatar y eventualmente ganar ese partido. Es cierto que en los momentos más importantes (finales de conferencia, Super Bowl) McNabb no fue el mejor de los QB, pero sin duda tuvo mejores actuaciones en playoffs que muchos que sus QB contemporáneos, aunque él no tuvo la fortuna de que Rex Grossman le regalara un pase al Super Bowl. (Tú sabes de quien hablo). En su carrera tuvo un récord de 9-7 en playoffs (con un 1-5 en finales de conferencia y Super Bowl) y sólo una vez se fue one and done, en su último juego con Philadelphia.
Una de las más grandes virtudes de McNabb fue el poder adaptarse a la evolución natural de un jugador de NFL, es decir, pasar de un QB corredor a un pocket passer. Eso lo demostró en uno de los mejores partidos de su carrera, el día que le rompieron el tobillo. Casi inmóvil tuvo un juego perfecto. Pocos jugadores logran hacer eso y nos dice mucho sobre su carácter.
McNabb no es para nada material del Salón de la Fama, pero sin duda merece un lugar especial en la historia de los Eagles. El hecho de que retiren su número ya dice algo especial. Será recordado como un gran jugador, para mi gusto de los mejores QB de su generación, a quien le faltó ganar un anillo.
Para terminar les comparto algunos videos con lo mejor de la carrera de Donovan McNabb